En el ámbito educativo a menudo enseñamos una técnica o un contenido curricular de manera instintiva, basándonos en técnicas "de moda" o a través de recursos llamativos, que nos llegan a través de compañeros o las redes sociales.
Empieza a dar clases particulares
A priori, si algo te ha funcionado en otras ocasiones es normal que tiendas a usarlo en tu aula, pero en la mayoría de ocasiones acabamos olvidando que como en la medicina, que algo te funcione no quiere decir que sea lo más efectivo que podemos utilizar.
Y es que es prioritario que en educación empecemos a usar el método científico y pasemos una serie de filtros a nuestra práctica diaria en las aulas, ya no solo para ayudar a nuestro alumnado de la forma más adecuada, sino para no ir directamente en contra del aprendizaje y su motivación.
Según la evidencia científica, para enseñar efectivamente en las clases particulares se deben tener en cuenta una serie de premisas, que vamos a pasar a comentar a continuación:
- Establecer unos objetivos claros. Para ello es importante saber lo que la otra persona necesita entender y lo que va a ser capaz de hacer cuando lo haya aprendido.
- Explica y muestra. Es decir, enseña de forma explícita el contenido (sí, la instrucción directa es eficaz), relacionándolo con conocimientos previos y luego muéstralo (realidad, dibujo, maqueta, video).
- Mucha práctica. Que la otra persona practique lo que le has enseñado, para ello: 1° hazlo tú, 2° práctica guiada, 3° hazlo solo + corrección, 4,° repetir el paso 3 muchas veces, 5° práctica a largo plazo.
- Feedback. Darle información de cómo lo está haciendo y de cómo puede seguir avanzando. ¿Cómo?: reconocer lo que ha hecho bien, señalar concretamente lo que se ha hecho mal, dar ejemplos de cómo puede mejorar y finalmente entrenar para que él mismo pueda darse feedback (¿Cómo lo he hecho? ¿Qué he hecho bien? ¿Qué podría mejorar?).
- Evaluación. Comparar lo que ha aprendido con los objetivos iniciales, fijándonos en qué paso hemos fallado. Un instrumento muy eficaz para ello es la rúbrica.
- Aprendizaje profundo. Cuando diseñemos nuestros objetivos podemos definir algunos más profundos que otros (estos se asentarán sobre el aprendizaje más superficial) para ello deberemos llevar a cabo los puntos 2 y 3, pero además, le enseñaremos estrategias de aprendizaje profundo: organizadores, gráficos, mapas conceptuales, etc.
- Trabajar en grupos, pero también individualmente. Los dos métodos son importantes y necesarios. Cuando se trabaje en grupo deberán ser heterogéneos y de no más de 5 miembros. Pero IMPORTANTE, para que el grupo funcione debemos enseñarles a trabajar en grupo (respetar turnos, escucha activa, justificar opinión etc.)
- Adaptarse al ritmo de cada alumno/a aplicando unas u otras técnicas será crucial para lograr este aprendizaje.