Queridos míos,
Parece ser que el modelo de selectividad vigente hasta ahora sufrirá un cambio considerable a partir del curso que viene. Este nuevo examen es más dinámico, el estudiante debe relacionar conceptos, sacar conclusiones y plasmarlas. Con esto, no será posible realizar lo que mis alumnos que se preparan con clases particulares de selectividad conocen como "vómito de teoría". Y esto es algo que nos alegra mucho a los profesores (aunque eso implique más trabajo en la corrección) porque de esa manera se percibe la madurez intelectual del alumno y es un proceso que sirve para todas las asignaturas y, sobre todo, para cualquier tipo de aprendizaje vital.
Pero no adelantemos acontecimientos, puesto que la aprobación de la nueva selectividad ha quedado paralizada hasta después de las elecciones de julio. Así que voy a centrarme en la ya conocida EBAU esperando que los consejos que proporcionaré a continuación sirvan al menos para aquellos estudiantes que deben recuperar el examen.
Antes de empezar, advertiros de que algunas de las recomendaciones son válidas no solo para otros exámenes, sino también para la vida misma. Al leerlas, no las desdeñéis, sino que reflexionad sobre si perderíais algo incorporándolas a vuestra rutina.
¡Allá vamos!
1. Descansa. Durante los periodos de estudio y exámenes es fundamental dormir el tiempo necesario (unas 8 horas) y hacer pausas de vez en cuando. No somos máquinas y el cerebro necesita su tiempo para reorganizar la información a la vez que desconectar.
2. Aliméntate de forma sana. Debemos alimentarnos bien y sin saltarnos ninguna comida. Es muy importante que aportemos todos los nutrientes que necesita nuestro organismo para así mejorar el rendimiento intelectual. Atención: las bebidas energéticas no son sanas y aumentan el estrés, intenta sustituirlas por té o café tomados con moderación.
3. Emplea técnicas de relajación. El estrés y la ansiedad son muy habituales en época de exámenes, por lo que sería muy beneficioso entrenar nuestra mente en vivir el ahora mediante el mindfulness, el yoga, la relajación progresiva de Jakobson...
4. Confía en ti. Los nervios y el estrés muchas veces nos hacen dudar de nuestras capacidades. En esos momentos repítete las veces que haga falta, lo duro que has trabajado, lo mucho que has aprendido y lo bien preparado que estás.
5. No estudies justo antes del examen. Estudiar o repasar justo antes del examen sólo sirve para ponernos más nerviosos y creer que no nos sabemos nada. Aprovecha ese momento para hablar con tus compañeros de qué haréis a la salida o simplemente realiza ejercicios de respiración.
6. Respira despacio y profundo. Una vez ya tengas el examen delante, tómate un par de minutos para respirar lenta y profundamente. Tu cuerpo se oxigenará y te ayudará a calmarte.
7. Lee tranquilamente. En el examen de selectividad, el tiempo apremia, por lo que es importante estar muy concentrado para realizar con eficacia todas las tareas. Por este motivo, lee el examen entero despacito, entendiendo lo que se te pide en cada ejercicio y así poder hacer la elección de la opción que más te convenga.
8. Primero, los ejercicios que sabes responder. Una vez hayas elegido la opción, olvídate de la otra y céntrate en la que tienes delante. Léelo de nuevo para decidir en qué orden responderás. Es recomendable empezar por las preguntas que te sabes. Por ejemplo: si se te da muy bien la sintaxis, empieza analizando la oración; si te has aprendido el tema de literatura de pe a pa, escríbelo de lo primero.
9. Administra bien el tiempo. Si has empezado con las preguntas que más te sabías, lo más seguro es que te quede bastante tiempo para responder a las que te generan más dudas. Gestiónalo y concédele a cada ejercicio que te falta el tiempo que consideres. No olvides otorgar más importancia a aquellos que dan una puntuación más alta. Por ejemplo: es mejor que le dediques más tiempo al comentario de texto, que en su totalidad vale dos puntos, que a la parte de morfología, que vale solo uno.
10. Revisa. Una vez hayas terminado el examen, debes revisarlo un par de veces, prestando especial atención a las faltas de ortografía (¡recuerda que bajan puntos!), a la expresión (se debe entender el contenido), a tu propia escritura (se debe entender tu letra) y a que tus respuestas sean adecuadas a lo que se pregunta.
Ya terminado y entregado el examen, date un respiro: hidrátate, come algo, date un paseo... debes premiarte por tu esfuerzo :)