¿Cómo obtener la nota que necesito en la Selectividad?

Desde el primer día de Bachillerato o de Formación Profesional (y a veces desde antes), ya nos empiezan a meter miedo con la Selectividad. Nos cuentan que es el examen más importante de nuestras vidas, uno que define nuestro futuro. Pues bien, no os voy a mentir: ni nos regalan la nota ni la prueba es comparable a nada que hayamos hecho antes. Aun así, no es imposible.

Encuentra tu profesor ideal

Y sí, no conseguir el resultado deseado puede que altere tus planes. Sin embargo, existen otras formas de acceder a tu carrera soñada (para más información, te recomiendo el artículo “Qué hacer si no consigues la nota para acceder a la universidad” de Educaweb. Por ello, esta prueba NO ES DECISIVA.

En cualquier caso, como sé que te esforzarás por sacar la máxima puntuación, te dejo aquí mis consejos para estudiar la Selectividad.

Consejos para preparar la Selectividad

1. Define tu método:

Adapta tu estudio a tu forma de aprender. Cada cual con el tiempo ha desarrollado su manera de estudiar (como buenamente ha podido): hay quienes estudian directamente del libro y quienes hacen sus anotaciones. Yo siempre he sido de este último grupo y, aunque no cuestiono la efectividad del primer método, te daré unas cuantas razones por las que deberías empezar a hacer apuntes:

  • Mejora tu comprensión: la mayoría del tiempo tendemos a memorizar sin entender, lo cual, nos lleva a olvidar. Una buena manera de comprender lo que estudiamos es mediante la elaboración de apuntes. Porque solo eres capaz de resumir el temario con tus propias palabras cuando realmente entiendes lo que estás escribiendo. Y, al trabajar el contenido (y no simplemente leerlo), ya lo estás memorizando inconscientemente.

  • Fomenta tu memoria visual: según Edgar Dale, recordamos un 30% de lo que vemos. Los esquemas y resúmenes sintetizados siempre te ayudarán mucho más que tediosos y largos apuntes de mil páginas. Porque, además de que tu cerebro te lo agradecerá a la hora de estudiar, te servirá para repasar en esos minutos previos al examen (ya sea del instituto o la Selectividad).

Pero, ¿cómo sé que los esquemas que estoy haciendo me sirven? Deben ser escuetos, que te ocupen lo menos posible (un folio por tema). Imagínatelo como un mural o un póster: no repares en hacer dibujos, tablas, líneas, patrones de colores y todo lo que necesites para animarte a leerlo.

Puedes hacerlo en papel o en aplicaciones como Goodnotes (la que uso) si eres de esas personas que desechan la página en cuanto se equivocan en una coma (como yo). Incluso puedes luego imprimirlo. Como prefieras; haz el temario tuyo.

¡Cuanto más diferente sea uno del otro, mejor! Acabarás acordándote de cada detalle y particularidad de cada sección y visualizando las palabras que escribiste. Que sí, que sí, que no te estoy tomando el pelo. Llegará un punto en el que solo te hará falta cerrar los ojos para verlo (se siente como copiar, ¡pero no lo es!).

2. Aprovecha tus recursos:

Trabaja el contenido con tus maestr@s. No tengas vergüenza en preguntar y pedir ayuda, ¡no te dejes ninguna duda! Déjate guiar por quienes ya han superado la Selectividad, tanto profesores/as como universitarios/as (¡como yo!).

Haz uso de todos los recursos online a tu alcance en plataformas como Wuolah y BertoBlog donde encontrarás DE FORMA GRATUITA exámenes de Selectividad de años anteriores de tu localidad con SOLUCIONES. Te recomiendo que te lo tomes como un simulacro de examen cronometrándote, ¡y sin trampas! Así, corregirás tus errores y aprenderás a medir la extensión de tus palabras.

3. Diseña tu horario:

No lo dejes todo para el último momento; ve estudiando progresivamente. No dejes todo lo que has aprendido en el olvido: revisa tus esquemas de temas anteriores, aunque no sean necesarios para tu próximo examen de instituto. Cuanto más trabajes durante el año, menos lo harás en el mes de antes.

Para ello, elabora un horario de estudio teniendo en cuenta tus preferencias, tus puntos fuertes y débiles. Si te apasiona la Biología (como a mí), memorizarás los conceptos casi sin esforzarte y por ello, le dedicarás menos tiempo que a una asignatura que no te interese tanto (en mi caso, Historia). Si no te gusta ninguna, tampoco te culpo.

4. Infórmate sobre el examen:

No llegues a tu primer examen sin saber la duración, los criterios de evaluación, las diferentes partes y sin tener todos los materiales necesarios (calculadora, lápiz, goma, bolígrafo, tipex y por supuesto DNI). Si en tu comunidad siguen un sistema de opciones dentro del examen (generalmente A y B), invierte todo el tiempo que necesites (los 10 minutos del principio) en analizarlas y escoger la que más te conviene. De lo contrario, acabarás arrepintiéndote y cambiando a la otra opción cuando ya no te quede tiempo.

Ordena tus prioridades, pero TAMPOCO TE EMPECINES en tu idea inicial. Adáptate.

No solo debes pensar en tus opciones dentro de cada examen, sino también en tus opciones de exámenes. Porque, si no te lo han explicado todavía, NO NECESITAS EXAMINARTE DE TODAS LAS ASIGNATURAS, sino solo de aquellas que computan para la carrera a la que deseas acceder.

Existen las troncales de la Fase Obligatoria: Lengua Castellana, Inglés, Valenciano (si eres de la Comunidad Valenciana), Historia y Matemáticas (ya sean de Ciencias Puras o Sociales) sumando junto con tu nota media (cúrratela) hasta un máximo de 10 puntos.

El resto pertenecen a la Fase Optativa, en la cual seleccionarás los exámenes según te convenga para obtener los otros 4 puntos. Puedes presentarte a tantos exámenes optativos como quieras, pero SOLO LAS NOTAS MÁS ALTAS DE DOS EXÁMENES te puntuarán para el resultado final.

En mi caso, elegí hacer dos exámenes optativos: Biología y Química. Sin embargo, me acabaron puntuando Química y Matemáticas, porque al menos en Alicante, Matemáticas cuenta como obligatoria y optativa (así que ya puede salirte bien).

Por último, ni qué decir tiene que tengas muy clara la hora y el lugar de tus exámenes. SÉ PUNTUAL porque os harán entrar mucho antes.

5. No descuides tu salud:

Prepárate para Selectividad sin morir en el intento. Ten un buen horario de sueño y de comida. No sacrifiques completamente tus actividades deportivas y sociales (aunque sé que no es fácil) porque ese tiempo que pierdes no lo recuperarás. Trata de encontrar el equilibrio: sé constante en el estudio, pero vive y disfruta de tu último año de Bachiller o de la FP. Y aunque seas de esas personas que funciona mejor a la madrugada, POR FAVOR, NO TRASNOCHES EL DÍA ANTERIOR AL EXAMEN. Intenta descansar lo suficiente para que tu cerebro esté activo a la mañana siguiente.

6. Confía en ti:

Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, pero, de verdad, ten fe en ti mismo/a. Te has estado preparando durante todo el año; tienes toda ventaja a tu favor. Siéntete orgullos@ de tu trabajo y no te desanimes (tanto si un examen no te ha salido como esperabas como si tus resultados no coinciden con los de tus amig@s).

Y ahora, lo que probablemente hayas estado esperando saber durante todo el artículo: mi nota de Selectividad. Obtuve una puntuación de 13.4 en total. Lo cierto es que para lograr este resultado fue de gran ayuda partir de una Matrícula de Honor (10 en todas las asignaturas) en Bachiller. Por ello, te recomiendo que no solo te prepares para la prueba de acceso a la universidad, sino que trabajes también tu nota media.

Y eso es todo… ¡Mucha suerte en la Selectividad! ¡Tú puedes!

Utiliza nuestro Buscador Inteligente
© 2007 - 2024 Tus clases particulares Mapa web: Profesores particulares| Academias y centros