Email spoofing es una técnica utilizada por los ciberdelincuentes para enviar correos electrónicos que parecen provenir de un remitente confiable, como una empresa o una persona conocida. Estos correos electrónicos pueden incluir enlaces maliciosos, adjuntos infectados o instrucciones para que los destinatarios proporcionen información personal o financiera.
En las organizaciones, el email spoofing puede ser especialmente peligroso, ya que los delincuentes pueden utilizarlo para obtener acceso a información confidencial o para interrumpir las operaciones de la empresa. Algunos de los riesgos más comunes de email spoofing en las organizaciones incluyen:
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Phishing: Los delincuentes pueden utilizar el email spoofing para engañar a los destinatarios para que proporcionen información personal o financiera. Por ejemplo, pueden enviar un correo electrónico que parezca provenir de un banco o una empresa de tarjetas de crédito y solicitar información de inicio de sesión o detalles bancarios.
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Ransomware: Los delincuentes pueden utilizar el email spoofing para enviar correos electrónicos con adjuntos infectados o enlaces maliciosos que instalan software malicioso en los dispositivos de los destinatarios. Una vez instalado, este software puede cifrar los archivos del dispositivo y exigir un rescate para recuperarlos.
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Interrupción de operaciones: Los delincuentes pueden utilizar el email spoofing para enviar correos electrónicos que parezcan provenir de un miembro de la organización y soliciten acciones que interrumpan las operaciones de la empresa. Por ejemplo, pueden enviar un correo electrónico que parezca provenir del CEO y solicitar una transferencia bancaria a una cuenta maliciosa.
Para protegerse contra el email spoofing, las organizaciones deben tomar medidas para asegurar que los correos electrónicos sean auténticos antes de abrirlos o responderlos.