Mi Fei (米芾), también conocido como Mi Fu, fue un reconocido erudito, excelente pintor y calígrafo de la Dinastía Song. Estuvo relacionado con artistas de la talla del poeta Su Shi, coetáneo y primo de Wen Tong (bien conocido por ser uno de los pioneros en el uso de la tinta negra para pintar bambú).
Mi Fei, que puso de manifiesto su aprecio por los maestros “primitivos” también se desvinculó del estilo academicista, manifestando abierta y socarronamente su desapego por el trabajo de los pintores profesionales de la época y demostrando su admiración por los pintores más excéntricos, creativos y originales que, desafiando los cánones de los maestros más clásicos, emprendieron su propio camino artístico en pos de la libertad creadora. Un camino que, sin embargo, debió parecerle de Fei demasiado incontrolado y caótico. Por eso decidiría seguir un estilo propio.
Fei, que comenzó a pintar con avanzada edad, también se enfrentaría a Li Cheng, uno de los pintores de paisaje mejor considerados en su época, por utilizar su ingenio como artificio en lugar de ponerlo al servicio del “sentido de la realidad”. Atraído por el estilo elegante de Dong Yuan (934 - 962), uno de los viejos maestros de la época de las “Cinco Dinastías y los diez reinos”, situada cronológicamente entre las dinastías Tang y Song), Mi Fei comenzó a desarrollar su propio estilo de “puntos” (米點) tomándole como referencia.
Una de sus obras es 春山瑞松圖, Auspicious Pines in Spring Mountains (pinos portadores de un buen augurio en las montañas de primavera). Una composición sencilla, serena y elegante en la que la disposición de las tres montañas recuerdan la evolución del kanji “montaña”. En ella podemos sentir la presencia húmeda y fría de la niebla que circunda las cumbres.
Si después de contemplar esta obra con detenimiento cerramos los ojos, podemos imaginarle practicando su técnica; cargando el pincel de tinta pálida, y acumulando diferentes grupos de puntos que se desvanecían sobre la seda o el papel, humedecidos levemente con antelación. A medida que su pincel se cargaba con tinta más oscura y depositaba su carga (probablemente) manteniendo la palma de la mano hacia arriba para que la punta del pincel no se marcase, las formas sombreadas surgían dotando de textura y volumen a sus cumbres.
De esa manera habría podido lograr esos puntos horizontales tan característicos como imitados siglos más tarde. Graduando los tonos de sus sucesivos lavados, las cumbres sin perfilar parecían moverse entre las brumas matinales o la pesaba niebla, más densa, húmeda y oscura. Sin trazos ni líneas que delimitasen el perfil de las cumbres, el paisaje adquiría una dimensión casi etérea en la que la densidad de los grupos de puntos, el tono de la tinta y el vacío intencionado aumentaban la sensación de profundidad.
Otra de las pinturas que se le atribuyen (aunque carezca de su sello) y que resulta más representativa de su estilo, 雲起樓圖, Tower of the Rising Clouds (la torre de las nubes nacientes), contiene una caligrafía en la que aparentemente se describe la realidad de un paisaje vívidamente representado: “el cielo envía una lluvia oportuna, las nubes surgen de las montañas y los arroyos”.
Quien sabe si quizá, por qué no, metafóricamente se estaba enviando un mensaje reconocimiento a la sabiduría de un rey que tomaba también de manera oportuna sus decisiones, bien asesorado por sus ministros y consejeros. Claro que si hacemos caso del China Online Museum, sin duda la fuente mejor informada, se trataría de una cita atribuida a Confucio escrita sobre la pintura por el propio emperador Huizong a cuya corte sirvió Mi Fei.
En ese sentido, la cita agrega una dimensión filosófica a la obra y habría sido seleccionada por el emperador por cumplir no solo con los significados atribuidos a las dos interpretaciones referidas anteriormente (describir la realidad representada por pintura y reconocer su reinado), sino además, para alabar a Mi Fei como valioso servidor de su reinado.
Guillermo de Vicente