Para la tradición Yóguica la respiración es primordial . Si bien existen varias técnicas de Pranayama (prana=aliento, yama =control) el simple acto de dedicar minutos a una respiración consciente modifica nuestro estado de ánimo, al relajar el cuerpo y la mente. En Yoga hablamos de estabilizar la respiración para ayudarnos a estabilizar la mente.
Según las últimas investigaciones en Neurociencia, la respiración tiene una gran impacto en nuestro cerebro, estimularía una zona llamada "locus coerulus", que estaría vinculada a la atención y la memoria. Según estudios recientes en neurociencia , donde se ha analizado la relacion entre la respiración y el cerebro, cuando respiramos por las fosas nasales estamos cambiando la actividad de la amígdala, área del sistema límbico involucrada en el procesamiento de las emociones, sobre todo del miedo y el estrés, pero también sobre el hipocampo, área involucrada en el mantenimiento de la memoria y la primera zona en atrofiarse en la enfermedad de Alzheimer. Respirar por la boca, además de no tener un sistema de filtrado de agentes patógenos del aire, no tiene tanta influencia sobre el cerebro emocional .
Para respirar , no necesitamos nada. Simplemente podemos buscar un espacio donde sentirnos cómodos/as y comenzar a inhalar , retener el aliento y exhalar, pausar y recomenzar. Sentir el aire fresco en las fosas nasales y exhalar sintiendo el aire ligeramente más tibio. Respirar conscientemente, con lentitud y profundidad, observando el movimiento sutil que crea la respiración en el pecho y en el abdomen y tambien las pausas. Tanto las pausas que hacemos cuando llenamos nuestros pulmones, como la que hacemos al exhalar , antes de coger aire nuevamete.
.Disfruta de esta práctica cada día , es simple pero maravillosa. Observa que cuanto más presente estés en ti, más profundizarás sobre ti mismo. Dedicarnos momentos para respirar profundamente, es el primer gesto de generosidad y amor hacia nuestro cuerpo-mente.
