Tu tiempo es tu producto y la gente necesita entenderlo

Hace un par de días vi un vídeo en Instagram de una compañera de profesión en marketing digital. En él se quejaba de que un cliente le había programado una reunión y, en el último momento, la había dejado tirada sin muchas explicaciones.

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Esto no sería mayor problema si hubiese sido una reunión para intercambiar pareceres o para actualizar status. Lo importante del asunto, y es de lo que quiero hablar hoy, es que ella había trabajado mucho en ese encuentro y había dejado otros proyectos aparcados para atender a esta persona, que, además, afirmaba tener mucha prisa.

Es decir, que ese plantón para ella significa perder dinero y, sobre todo, tiempo.

Porque, en esta profesión como en otras muchas, nuestro tiempo es nuestro producto. Tiempo que inviertes en planificar un calendario digital, en preparar una mentoría, en diseñar prácticas para explicar funcionalidades de Canva al alumnado o en concebir ideas para una campaña de publicidad.

Si te roban este tiempo, te roban la posibilidad de hacer bien tu trabajo, de crecer como persona y como profesional y de hacer dinero. Porque aquí estamos para ganar dinero, así de sencillo.

A veces da la sensación de que como el tiempo no es algo tangible que puedes meter en un bolsillo, es algo que te sobra y que no te importa perder. Pero nada más lejos de la realidad.

Cuando trabajas en cualquiera de las disciplinas de publicidad o marketing, ya sea diseño, copys, estrategia, planificación, mentorías, gestión de comunidades virtuales, etc. cada segundo cuenta (y ya no digamos si eres autónomo).

Porque nuestro sector capta y desecha tendencias a la velocidad del rayo y hay muchísima competencia. Es imprescindible, además, estar continuamente formado para ofrecer lo mejor a tus clientes.

Tienes que luchar contra las herramientas de la Inteligencia Artificial, los sobrinity managers (estos son mis preferidos), empresas grandes con muchos más recursos que tú, otros buenos profesionales que ofrecen los mismos servicios sin apenas valor de diferenciación… pero, sobre todo, ese tiempo lo necesitamos para conocer a nuestro cliente, ver qué necesidades tiene y ayudarle a conseguir lo que necesita.

Porque si nosotros, que insistimos tanto en conocer al dedillo a los buyer person y sus "pains", no invertimos tiempo en conocer en profundidad a las personas que nos contactan para que les ayudemos, no estamos haciendo bien nuestro trabajo.

Como os decía en el anterior post, no hay fórmulas mágicas para crecer en Instagram, como no las hay para abrir una tienda física y llenarla de clientes desde el primer día.

Todo resultado exige esfuerzo, dedicación y tiempo y, esto último, es la base de todo lo demás.

No darle importancia al tiempo que el profesional del marketing ha pasado haciendo benchmarking para tu marca, planificando tu estrategia en redes sociales, estableciendo los pilares de contenido o los objetivos a conseguir, es igual a no comprender por qué es tan importante para tu marca estar en Instagram, en Facebook o en Pinterest.

Por eso, te pido con el corazón en la mano que la próxima vez que contactes con un marketer, un community manager, un social media planner o un diseñador gráfico, valores que te está dedicando un tiempo muy preciado para intentar ayudarte en todo lo que necesites y que lo justo es que, por lo menos, se lo reconozcas conectándote al Zoom.

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