Suspensión de clases en general, teletrabajo (los suertudos que no deben estar en primera línea o que no han perdido el empleo), incertidumbre sobre pruebas de acceso y otros exámenes...parecen malos tiempos también para los profesores particulares.
Retomo el blog después de mucho tiempo para ofrecer al que quiera leerme (supongo que tiempo para ello tiene ahora por desgracia una gran mayoría) tres razones para seguir dando clases particulares (online, claro está) o para empezar a darlas:
Hay que mantener la rutina
Ya nos han dicho varias veces que esto no son unas vacaciones, y si hay algo que contrasta con la idea de vacaciones es la idea de rutina.
En la medida de lo posible, creo que todo el que pueda debería mantener al máximo su horario habitual. Primero por tener la cabeza sana y cuerda, y segundo para que al terminar todo esto la vida pueda seguir con normalidad.
Si alguien iba al gimnasio a las 20:00, puede ser buena idea seguir poniéndose a hacer ejercicio a esa hora, o si daba clases de música en una academia lunes y miércoles a las 18:00, seguro que el sitio ha ofrecido alternativas online o puede buscarlas uno mismo.
Por supuesto habrá gente que desgraciadamente haya visto gravemente alterada su economía o su vida (cuidado de menores y mayores, etc), y este tipo de cuestiones pasan a un segundo plano.
La educación es tan importante como la sanidad
Educación y sanidad, dos pilares básicos del estado de derecho y el estado de bienestar. No podemos dar el primero por perdido porque ahora estemos reforzando el segundo.
Evidentemente lo más importante es la salud, y hay que priorizar, pero millones de niños y estudiantes no pueden verse condenados a una reducción de su aprendizaje durante semanas o meses. La educación pública tiene ahora el reto de seguir enseñando, pero la ventaja de contar con las nuevas tecnologías. Es perfectamente factible seguir dando clase online, y en casa debe de quedar claro: si los padres pueden "teletrabajar", los hijos deben "teleaprender".
En el futuro será necesario que la gente siga y haya seguido alimentándose no sólo de las "necesidades básicas" por las que se nos permite salir a la calle, sino también de la cultura, el saber y el arte, a los que pueden ayudar mucho a acercarse los profesores particulares.
Son tiempos de solidaridad
En estos tiempos que corren y los que van a correr, creo que tan solidario es hacerle la compra a la vecina como seguir consumiendo en los comercios habituales y contratando a los profesionales de siempre.
Si eres "consumidor" habitual de clases particulares, seguro que muchas veces tu profesor te ha hecho un hueco imposible o a deshoras para darte esa materia que tanto necesitabas. Seguro que ha doblado su tiempo habitual de servicio para ayudarte con ese examen que no ibas a aprobar. Seguro que te ha hecho el favor de quedarse con tus hijos porque tenías que atender otras responsabilidades fuera de casa. Ahora él no te pide un favor ni una limosna, te pide solamente que sigas aprendiendo, como siempre.
Estamos viviendo gran cantidad de bajas en academias, escuelas y clases particulares en general, a pesar de que la gran mayoría del profesorado nos hemos puesto rápidamente a adaptar nuestras clases al modo online. Habrá muchas que sean inevitables, pero todo lo que podamos mantener, lo agradeceremos en el futuro.
