Teniendo una experiencia en el terreno de las clases personales de tres años he podido ver qué realmente, ayudar a los estudiantes con sus dudas y dificultades es una tarea en equipo. Por eso, cuando los alumnos vienen con dudas, no se trata simplemente de resolverlas si no, como haría un equipo, ayudarles a solucionarlas y a crear estrategias para que en un futuro estas dudas se reduzcan el máx...
Teniendo una experiencia en el terreno de las clases personales de tres años he podido ver qué realmente, ayudar a los estudiantes con sus dudas y dificultades es una tarea en equipo. Por eso, cuando los alumnos vienen con dudas, no se trata simplemente de resolverlas si no, como haría un equipo, ayudarles a solucionarlas y a crear estrategias para que en un futuro estas dudas se reduzcan el máximo. De esta forma, puedes ver cómo el estudiante va sacando su máximo potencial y cambiando pequeños detalles que le preparan para sus futuras clases.
La dinámica que sigo para enseñar es sencilla. Se basa en resolver dudas iniciales y, después, repasar el contenido de la materia (tanto el anterior como futuro) mediante ejemplos y ejercicios. De esta forma, el estudiante puede ver la teoría aplicada y crear estructuras mentales que les ayuden a mejorar su entendimiento respecto a la materia explicada.
Cada uno es diferente y, por eso, las clases y forma de ejercicios también. Así pues, a la hora de enseñar, también distingo entre el tipo de memoria y forma de aprendizaje de cada uno para poder facilitar al máximo el entendimiento de lo que se está explicando.
No solo es aprender, si no que lo hagan de forma cómoda y se sientan a gusto en el ambiente de estudio.
En conclusión, la finalidad de enseñar es intentar que las cosas salgan lo máximo posible de forma positiva y que tanto profesor como alumno encuentren un objetivo común y puedan compartir los logros.
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