Mirella De Juan

TU MENTE Y TU ESENCIA
Existen al menos dos formas de vivir, dos perspectivas desde las que desplegar tu existencia. Vivir desde tu esencia te permitirá, al menos, eliminar el 80% de tu sufrimiento en caso de que estés dentro de la media de la población occidental en cuanto a conocimiento interno, conocimiento de uno mismo. En realidad, lo que te permite esta “perspectiva esencial” es habitar un lugar donde no es posible sufrimiento alguno. Ya sólo volverás a sufrir cuando la abandones y te internes de nuevo en los entresijos de tu mente psicológica, tu mente de pensamientos.
En líneas generales observar las cosas desde la perspectiva de la mente es pensar, hacerlo desde la esencia es sentir, intuir y fluir. En el día a día es normal que compaginemos ambas perspectivas, el problema llega cuando la mente va cubriendo la esencia interior con nubarrones de pensamientos cada vez más densos... hasta nublarla por completo. Como el sol, tu esencia no deja de brillar bajo las nubes, pero ahora no puedes verla. Entonces tu mente se personaliza, toma las riendas de tu vida y entrás de lleno en la existencia dual. Tu mente se ha convertido en un tren que circula a toda velocidad sin maquinista, y tú vas aferrado al asiento mirando con terror por la ventana. Aunque de vez en cuando te distraigas con algún bonito paisaje, cuanto más tiempo permanezcas en el tren más sufrirás.
Tu mente es movimiento, es vaivén, en ella tienen cabida todos los opuestos como el placer y el dolor, así como las gradaciones que se dan entre los mismos y sus consecuencias.
Tu esencia es paz, es calma, es plenitud y es dicha infinita. El yoga y la meditación son una buena herramienta para aprender a asentarte en tu esencia. Ser feliz es responsabilidad exclusivamente tuya.