Recibir apoyo escolar externo al centro y aprobar una asigantura, por ejemplo, matemáticas, no es algo directamente proporcional. Sino que son muchos otros factores los que hacen que esto pueda llevarse a cabo de una forma excitosa y eficaz, alcanzando los resultados que esperamos.
A continuación, vamos a detallar cuáles son algunos de los factores, que tras mi experiencia como docente, considero fundamentales para evitar el fracaso escolar con la ayuda de las clases particulares.
En primer lugar, debemos encontrar un profesor particular cuyo principal objetivo sea el aprendizaje del alumno. Las clases particulares no te asegura un aprobado en un examen, porque en él influyen otros factores no solo cómo lo hagas ese día. Pero sí debe asegurar el aprendizaje de los contenidos de la asignatura. De manera que no solo se apruebe el examen sino se adquiera las destrezas necesarias para seguir avanzando en el conocimiento de la asignatura.
Además, debemos de añadir una buena conexión en la relación alumno-docente. Es fundamental conectar, ser capaz de conocer las debilidades del alumno para empeñar en nuestra enseñanza una metodología con la que este alumno pueda demostrar todas sus habilidades y se sienta cómodo.
La buena relación entre el alumno y el docente mejora la capacidad de concentración durante la sesión, la adquisición de competencias en la misma y también fomenta las ganas del alumno de asistir a las clases.
En definitiva, cuando las clases particulares beneficían el resultado académico se nota. Y no solo en las calificaciones, sino en la forma en la que el alumnado crece a niveles académicos y personales.
Pues no solo es capaz de mejorar su nivel en la asignatura sino también otras habilidades como es la responsabilidad ante sus estudios, la constancia, la habilidad de explicar las matemáticas y sobre las mismas, o incluso su capacidad para anteponerse ante distintas adversidades.
