Existen muchas razones por las que un alumno, dentro de un curso académico, no saca a relucir todas sus cualidades y no rinde al nivel más óptimo. De ahí la importancia de hacer clases de apoyo escolar, dado que serán una gran ayuda.
Algunas de estas razones son:
- Sistema académico saturado, un ratio alumnos profesor muy alto, que no les permite a los profesionales de los centros estudiantiles individualizar las soluciones para cada alumno.
- Cambios en sus mentes por la edad, lo comúnmente conocido como "Edad del pavo".
- Necesidad de vigilar su autoestima. Con el paso de los años he recibido alumnos que se les ha dicho que "No valen para las ciencias", debido a poca paciencia o que no han sabido ver que tienen un problema concreto, esos alumnos no solo han terminado sacando sus cursos si no además han terminado en algunos de los casos con sobresaliente. Este punto es realmente importante, porque la bajada de autoestima en las primeras etapas de su desarrollo puede ser fundamental para su desarrollo posterior.
- Problemas de base de cursos anteriores, que están formando un problema cada día más grande, como efecto de bola de nieve.
Ante todos estos posibles problemas para no optimizar el paso del alumno por un año escolar, una de las herramientas para combatir el fracaso escolar son las clases de refuerzo. Para ello es fundamental encontrar un buen profesor particular, él cuál debería ser capaz de:
- En primer lugar, saber detectar las dificultades que tiene el alumno y proponerle soluciones fiables y mantenibles en el tiempo.
- Explicarle todo el contenido de cada examen detalladamente, detectando problemas de base, solucionándolos e intentando que adquiera una mecánica y un rigor para cursos posteriores.
- Adaptarse a sus horarios, exámenes y necesidades, proponiendo en caso de necesidad más clases para temas concretos que le representen mayor dificultad o proponiendo menos clases en caso de menos necesidad.
Todos estos puntos son importantes para una correcta solución a los problemas más comunes. No obstante, podría ser también interesante, en casos concretos, la ayuda de un psicólogo de confianza, para trabajar con ellos la atención plena con técnicas de mindfulness, pero esto es otro tema.
