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¿CÓMO LE ENSEÑO VALORES A MI HIJO? ENSÉÑALES A SER FELICES.

Puede ser, que en alguna ocasión te hayas visto inmersa en el reto de querer enseñarle a tu hijo algo que tú consideras importante para su vida y su futuro. Quizás has querido enseñarle a no mentir y transmitirle el valor de la sinceridad, o puede ser que hayas querido enseñarle a resolver conflictos sin recurrir a la violencia, para que no pegue a sus hermanos o a sus amiguitos en el colegio. Y entonces llega la gran pregunta, ¿cómo lo hago?, ¿cómo le enseño valores a mi hijo de forma que él los integre y los viva en su día a día? Hay dos pautas básicas a tener en cuenta a la hora de enseñar valores a nuestros hijos de una forma efectiva: por un lado, EL EJEMPLO PERSONAL, y por otro, EXPLICAR CON CLARIDAD LOS BENEFICIOS O CONSECUENCIAS de actuar de determinada manera.
Comencemos por la primera, el ejemplo personal. Nosotros, como padres o educadores, necesitamos mostrarle al niño eso que queremos que él aprenda. Es decir, necesitamos ser coherentes e íntegros con nosotros mismos y con nuestro pequeño. ¿Y qué quiere decir exactamente ser íntegro? Quiere decir que nuestras acciones, están en sintonía con nuestros pensamientos y palabras. Vamos a poner un ejemplo, queremos enseñarle a nuestro hijo adolescente el valor de la salud y enseñarle que fumar no le va a traer beneficios, sino que puede afectar a sus pulmones, su rendimiento físico e incluso reduce su economía. En este caso, es fundamental que ninguno de los dos padres fumen, ya que si le decimos que fumar perjudica la salud, pero nosotros fumamos, entonces nuestro hijo recibe dos mensajes contradictorios y se acogerá al que más le convenga en ese momento. Y muy probablemente, si nosotros como padres fumamos y sus compañeros o amigos también, el chico adolescente que aún está forjando su personalidad y busca encajar en el grupo, tratará de hacer lo mismo que los demás para ser aceptado. Así que, sea el valor que sea que quieras trasmitirle a tu hijo, recuerda siempre SER UN EJEMPLO PARA ÉL.
El otro aspecto a tener en cuenta, es DARLE EXPLICACIONES a nuestro hijo CON AMOR Y PACIENCIA. Explicarle adecuadamente, sin mostrar enojo, sin gritar y sin perder los nervios, que queremos lo mejor para él y queremos que conozca los beneficios y consecuencias de actuar de determinada manera. ¿Y qué pasa si ya le enseñamos con el ejemplo y si ya le hemos explicado los beneficios o las consecuencias de ciertos hábitos o comportamientos y sigue sin hacer caso?
Entonces, dependiendo de la gravedad del asunto y de qué se trate, elegiremos una de estas opciones:
1. Si la situación sólo le perjudica a él o no es nada grave: Vamos a poner un ejemplo; imaginemos que le hemos pedido a nuestro hijo que limpie su cuarto 2/3 veces por semana y él sólo quiere jugar a los videojuegos, irse con los amigos o escuchar música y no limpia su cuarto nunca. En ese caso, y habiendo seguido los dos pasos previos antes mencionados (enseñar con nuestro ejemplo y explicarle los motivos por los que nos gustaría que limpiara su cuarto, así como los beneficios o ventajas que obtendrá si lo limpia y las desventajas de no limpiarlo), necesitamos dejar que él asuma las consecuencias de sus acciones. Es decir, vivir en un cuarto sucio, con mal olor, con moscas, una cama deshecha, etc. hasta que llegue el momento que él se canse y pida ayuda para limpiarlo o decida limpiarlo él solo. Una cosa muy importante es no estar regañándole continuamente, criticándolo, juzgándolo, etc. (eres un vago, eres un desastre, eres un cochino…). Recuerda la regla de oro, “no pierdas los nervios bajo ningún concepto”. Deja que tu hijo aprenda por propia experiencia y no hagas las tareas en su lugar, ya que si las haces, él no aprenderá a hacerlas por sí mismo y siempre dependerá de que alguien más las haga por él.
2. Si la situación se sale fuera de control y tanto él como los del entorno pueden correr algún daño o peligro: En esta situación necesitamos poner límites claros, sanos y amorosos por el bien de nuestro hijo/a y por el bien de los que le rodean (familiares, amigos…). Es decir, el niño en cuestión necesita saber lo que sí se permite y lo que no se permite en absoluto. Necesita conocer el límite que no puede sobrepasar y saber que si lo pasa tendrá que asumir ciertas consecuencias, como castigos en el colegio y/o en casa, tener menos amigos, irse más pronto a la cama, no poder jugar a los videojuegos durante X tiempo, etc. Necesitamos ser claros y firmes con lo que decimos y cumplirlo a rajatabla, pero sin poner castigos excesivos o que luego no vayamos a cumplir. Por ejemplo, imaginemos que nuestro hijo pega a su hermana y a sus compañeros en la escuela, que no sabe relacionarse y lo han echado de clase varias veces por sus comportamientos violentos. Una forma de proceder con nuestro hijo sería la siguiente: Primero, nos sentamos papá y mamá a hablar con él desde la calma y la serenidad (recuerda no perder los nervios, no gritar ni utilizar etiquetas por muy grave que sea el asunto). Le expresamos nuestro disgusto con ese comportamiento, le decimos que a pesar de que lo queremos muchísimo no estamos de acuerdo con su forma de actuar y le preguntamos por qué ha actuado así. Después, le escuchamos con toda atención y guardamos silencio. Dejamos que se exprese y lo escuchamos. Y ahora sí, una vez que él ha terminado de hablar, le explicamos que más allá de lo que haya sucedido, cuando esté enfadado, enojado o furioso, puede liberar su furia de otras maneras menos dañinas para él y para los demás. O si le han pegado a él previamente, en vez de hacer él lo mismo y devolver los golpes puede pedir ayuda a los adultos que le rodean en ese momento en vez de enfrascarse en una pelea. Y le enseñamos nuevas formas de calmarse. Por ejemplo, dando un grito fuerte con un almohadón en la boca, dando puñetazos a un sofá, una cama o cualquier mueble blando que no se rompa y donde él no se haga daño o escribiendo lo sucedido y todo lo que siente en una libreta o diario personal que sea para él mismo. De esta manera, si somos perseverantes con todo el procedimiento y le mostramos nuestro disgusto con ese comportamiento, al ver que no cambiamos de opinión y nos lo tomamos con cierta seriedad, no le quedará otra que cambiar de actitud y de comportamiento, sobre todo cuando vea que sobrepasar los límites sí tiene consecuencias.
Los niños necesitan desde temprana edad de ciertas normas, rutinas y reglas a seguir en el hogar, de esta forma facilitamos que se sientan guiados, seguros y protegidos y evitamos que se conviertan en adultos que siempre crean que tienen la razón y el mundo entero está equivocado, o que siempre se tienen que hacer las cosas como ellos dicen. Estableciendo límites desde temprana edad nos resultará mucho más fácil poder enseñarles cualquier valor a nuestros hijos.
Por último, y a modo de complemento, siempre podemos recurrir a películas y/o cuentos infantiles que transmitan valores a través de sus historias e imágenes. Además de ser un recurso estupendo para la transmisión de valores de una forma agradable, también son la excusa perfecta para pasar más tiempo junto a nuestros hijos y permitirles que se expresen, que den sus opiniones al respecto, para reflexionar y dialogar juntos.
Y recuerda, como padres estamos ahí para guiarlos y apoyarlos en lo que necesiten, para enseñarles aquello que creemos que es lo mejor para ellos, pero también es importante que les demostremos nuestra confianza según van creciendo cada vez más y que les demos alas, para que puedan convertirse el día de mañana en adultos seguros de sí mismos, autónomos y que no dependan de nadie. Necesitamos darles la opción de equivocarse de vez en cuando, darles la libertad de escoger, para que puedan aprender a través de la experiencia. Si conseguimos bajar la autoexigencia propia hacia nosotros mismos, también podremos ser más flexibles, tolerantes y compasivos con nuestros hijos y así ya les enseñamos a través del ejemplo que no hace falta ser perfectos en esta vida, que no pasa nada por cometer pequeños errores de vez en cuando y que lo más importante es relajarse y disfrutar la vida. ¡Enséñales cómo ser felices!
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