Aunque la comprensión lectora parezca una habilidad innata para algunos, existen consideraciones que debemos tener en cuenta a la hora de abordar una lectura. Algunas personas simplemente aplican estas técnicas de manera inconsciente. Para otros, es necesario conocerlas para aplicarlas en su proceso de asimilación de lo que leen.
En este artículo te contaré cuáles son esas observaciones que debemos hacer antes y durante la lectura. Te explicaré cuál es la manera correcta de enfrentarte a un texto y cuál es la mejor actitud para lograr entenderlo. Notarás que si tienes en cuenta estos consejos, no solo lograrás entender mejor lo que lees, sino que te enamorarás de la lectura.
Lo principal:
- La comprensión lectora es una habilidad altamente demandada tanto en entornos académicos como profesionales. Existen muchos beneficios en la vida diaria y en tus labores en las que vas a necesitar comprender bien lo que lees.
- Como toda habilidad, la comprensión lectora debe entrenarse. Existen una serie de trucos y técnicas que pueden ayudarte mucho al intentar extraer la información que necesitas de tus lecturas.
- La comprensión lectora es parte fundamental del desarrollo de tus habilidades lingüísticas y es la base fundamental de la construcción de conocimiento.
Condiciones previas y aclaraciones:
La actitud y el entorno:
Para cualquier cosa que quiera hacer en la vida, la actitud es fundamental. Si te predispones a que la lectura no es lo tuyo, que no te gusta o que no eres bueno, de entrada fracasarás. Hacen parte de la actitud la postura corporal y los sentimientos que tienes hacia lo que estás haciendo, por eso es fundamental que revises ambas condiciones antes de leer.
Para comprender mejor lo que lees, el entorno en el que estás es muy importante. El lugar adecuado para la lectura debe ser uno específico para tal propósito. Debes estar en un ambiente tranquilo, sin ruidos molestos y totalmente iluminado, en el que te sientas totalmente inspirado.
Si no puedes tener un espacio que sea exclusivo para la lectura, busca alejarte. Puedes ir a la playa o a una biblioteca. Lo importante es que estés totalmente solo y desconectado de factores externos que te puedan distraer.
¿Es bueno escuchar música mientras lees?
Mucha gente piensa que puede leer sin problemas mientras escucha música, pero yo sinceramente, no lo recomiendo. Y menos, si es la música que te gusta, porque te la sabes y tu mente la anticipa. Aunque no lo creas, escuchar música requiere de mucha atención.
Existen audios instrumentales, que se usan para concentrarse mientras se lee, pero también podrían desconcentrate. Esto se debe a que podemos percibir la estructura de la música, en mayor o menor medida. La mejor opción desde mi perspectiva, es el silencio absoluto, por llamarlo de algún modo.
Peso si eres de los que no toleran el silencio, te recomiendo las ondas binaurales para lograr concentración. Las ondas Beta o gama, sintonizan tu cerebro para realizar actividades de alto nivel de receptividad. Te sentirás un genio y eventualmente lo serás mientras las escuchas. Pruébalas y te aseguro que tu comprensión lectora se multiplicará.
Conocer aspectos formales de la lectura:
1. Conocimientos previos:
Siempre que nos enfrentamos a un texto, tenemos una serie de conocimientos previos que debemos cotejar. Dependiendo del tipo de texto y del campo de experticia del lector, un tema puede ser ampliamente conocido o totalmente ignorado. Y esto influye poderosamente al momento de comprender la lectura.
Antes de leer, debes preguntarte, qué y cuánto sabes sobre el tema. Tu mente se obligará a realizar un escaneo de tus saberes previos, que te servirán de referencia. De esta manera tendrás una idea general y sabrás a qué atenerte cuando leas. Sentirás más confianza entre más conocimientos tengas sobre lo que estás leyendo.
2. Hábitos personales y estrategias de lectura:
Para mejorar la comprensión lectora, debes convertir la lectura en un hábito diario. Esto es fundamental para lograr resultados a partir de la práctica constante. Dependiendo de tu estilo de vida, puedes construir el hábito de la lectura. Selecciona momentos donde estés completamente tranquilo y disponible para leer y trata de establecerlo en un horario fijo. La recomendación es que puedas leer por lo menos media hora diaria.
Busca un lugar cómodo que te proporcione una buena postura y genera tus propias estrategias para leer mejor. Un ejemplo de estas estrategias puede ser el seguir la lectura con tu dedo. Se nos dijo en la escuela que era algo negativo, pero por el contrario puede hacer dos cosas buenas por ti. Primero, no permitirá que te pierdas de donde vas y segundo te ayudará a leer más rápido. Expertos en lectura rápida como Jim Kwik, lo recomiendan.
Con el tiempo encontrarás tus propios hábitos al momento de leer y notarás cuáles realmente te ayudan a comprender mejor lo que lees.
Mejorar tu competencia lingüística:
Mejorar tu acervo discursivo te permite identificar diferentes elementos dentro de la lectura que le dan un orden lógico al contenido. La capacidad de comprensión lectora es una habilidad que se cultiva con el ejercicio constante.
Lo bonito de leer, es que se abre tu imaginación y se retroalimenta de nuevos conceptos e imágenes. Entre más leas más capacidad lingüística y lectora tendrás, porque ambas van de la mano. Una competencia lingüística desarrollada te permitirá reconocer en el texto, paradigmas que te ayudarán a comprender mejor lo que lees.
1.Identificar el género y tipo de texto:
En el título ya puedes tener una gran idea de lo que se trata el texto. Por tal motivo, la primera recomendación es que antes de meterte en el cuerpo del texto, dediques unos momentos a analizar el título. Este puede darte una idea general del tema que se trata.
Desde los primeros párrafos, trata de preguntarte: ¿qué tipo de texto es? ¿En qué género lo ubicaría?. Quizás te tome algo de tiempo notarlo, pero esto será evidente desde el principio, ya que el autor lo dejará claro. Pero para identificarlos primero debes conocerlos así que te contaré de manera breve cuáles son.
Textos expositivos:
En esta categoría se incluyen los textos académicos, como los informes y artículos científicos. Su principal objetivo es mostrar y explicar datos relevantes acerca de un tema o situación. Su carácter es formal, por lo que se limitan a entregar la información sin agregar opiniones personales del autor.
Textos narrativos:
Se trata de textos que cuentas historias, bien sean reales o ficticias. Los cuentos y las novelas son ejemplos muy populares de este tipo de lecturas. Buscan entretener al lector, permitiéndole imaginar los sucesos que ocurren en la narración.
Textos argumentativos:
Suele ser textos de rigor académico que intentan construir una tesis desde argumentos en contra y a favor. Se utilizan referencias para apoyar o desmentir dicha tesis y se pueden incluir comentarios del autor que estés justificados en bases teóricas demostrables.
Textos líricos:
Este tipo de textos, tiene como finalidad, deleitar los sentidos y la imaginación a partir de la creación artística. En esta categoría encontramos los poemas y las canciones. Tienen reglas de métrica y rima, pero suelen ser muy libres, ya que son la expresión pura del autor.
Textos dialogados:
Son tipos de textos que se usan principalmente en los guiones de teatro y cine. También solían ser un estudio muy utilizado en las academias filosóficas de la antigüedad. Consiste básicamente en el desarrollo de un tema al partir de un diálogo entre dos o más personas.
¿Y qué con el género?
Ya conocemos los principales géneros literarios de los cuales surgen estos tipos de textos. Más allá de tener en cuenta esto, no referimos por género, a la intencionalidad del texto. Es decir, que es lo que busca el autor generar en nosotros.
Entonces, cuando leemos una novela conviene pensar, a que género pertenece. Será una novela policíaca o quizás romántica. Con un poema, será patriótico o tiene que ver con amor. Y con un artículo, si es algo científico o de opinión. Tener claridad sobre esto nos permitirá tomar una postura ante lo que estamos leyendo y comprender mejor al autor.
2. Identificar la macroestructura del texto:
En este punto la comprensión lectora busca abstraer el sentido general de la lectura. Identificar la estructura del texto se trata de reconocer el esquema de contenido del texto. Esquema que durante la lectura vas a poner rellenar con el contenido del texto.
Podemos entenderlo como el diseño del texto, es decir la jerarquía de títulos y subtítulos. Ya que estos, suelen ir de lo específico a lo general, nos pueden dar una idea global de como se desarrolla el tema. También puedes tener una claridad sobre esto leyendo el índice de contenido, lo que te permitirá dirigirte a las zonas del texto que más te interesan y construir en tu mente un mapa de ruta del texto que vas a abordar.
3. Reconstruir el sentido del texto:
El siguiente paso en la comprensión lectora, después de tener el esqueleto, es decir la estructura del texto, es reconstruir el sentido. Este proceso lo realizas durante el ejercicio de la lectura y suele ser más fácil si tienes la estructura presente en tu mente.
Debes buscar la manera de ir concatenando los temas que vas leyendo, haciendo relaciones lógicas entre los enunciados. Puedes parar en un lugar donde te surja una pregunta y relacionar esta con otro momento en la lectura que pueda responderla. Si lo requieres puedes tomar notas de los aspectos más relevantes. Estas te ayudarán a reconstruir el sentido, cuando un texto es largo y si se te olvidan algunas cosas.
4. Identificar las marcas linguísticas de cohesión:
Llegados a este punto nos volvemos más técnicos. Se trata principalmente de reconocer aquellos recursos de coherencia que cohesionan el discurso y permiten el avance. Podemos encontrar conectores e índices que construyen relaciones temporales y lógicas. Algunas fórmulas modalizadores del enunciado que delimitan el compromiso del autor con lo que está diciendo. Son los que enganchan el discurso y organizan la hipótesis.
Los anafóricos son las marcas más importantes que sirven de hilos conductivos del discurso. Pronombres demostrativos, sustitutos léxicos, artículos y posesivos. Se utilizan para sintetizar lo ya dicho. Sinónimos e hiperónimos, sintagmas parciales y nominacionales y anáforas conceptuales. Sencillamente son recursos que interpretan datos enunciados y facilitan el avance y la recapitulación.
Conclusiones:
La comprensión lectora es una habilidad altamente demanda en el estudio y por supuesto en el trabajo calificado. Es una capacidad que puede abrirte muchas puertas y darte muchas ventajas sobre los demás. Comprender lo que lees, te hace captar mayor información y tener control sobre tus conocimientos.
Comprender lo que lees, implica una serie de conocimientos previos y habilidades lingüísticas que debes ir desarrollando. La mejor manera de lograrlo es paso a paso con lecturas sencillas, hasta lograr abordar temas más complejos.
Verás que aplicando todos estos consejos uno a uno y en el orden que te los estoy mostrando, podrás entrenar esta habilidad. Notarás una mente más abierta y receptiva a la información que te está brindando el texto y lograrás sintetizar de mejor manera lo leído. ¡Anímate! La práctica hace al maestro.