Hola!
Mi nombre es Sandra y soy profesora de francés de dos hermanos de 6 y 8 años. Cuando empecé a darles clases ya tenía experiencia como profesora particular de francés pero a nivel de ESO, por lo que esto era un nuevo reto. Ya había dado clases de apoyo a escolar a niños de esas edades pero nunca en solitario. Lo primero que hice fue hablar con su madre acerca de los objetivos de las clases, del nivel de que partíamos, de cómo quería que se desarrollaran las clases, etc; puesto que en el colegio no aprendían este idioma no se trataría de una clase de refuerzo como las que realizaba con los chicos de la ESO. Ella me comentó que sabían algo porque tenían familia en Francia pero que empezara desde lo más básico y el ritmo lo marcara yo así como el programa educativo. Que me centrara sobre todo en hablar pues quería que supieran comunicarse en francés, no tanto en la gramática o la ortografía, como sucede en los institutos.
Acepte este desafío de impartir clase a dos niños a la vez de edades distintas, sin tener un temario en el que apoyarme y pretendiendo que aprendieran jugando, tratando de conseguir que amasen el francés como yo lo hago. Y la verdad es que ellos me lo pusieron muy fácil pues me encontré a dos niños con muchas ganas de aprender y divertirse haciéndolo. Cada semana preparaba la clase y me encantaba tener la libertad de enseñar sin tener ajustarme a un programa o a un tiempo limitado de cara a un examen, como me sucedía con los chicos de la ESO. Diseñé un juego para repasar todo lo aprendido hasta entonces: números, colores, acciones y animales; consistía en un tablero, un dado y fichas de colores:primero repasábamos los colores al elegir la ficha, después teníamos que tirar el dado decir el número en francés y dónde cayeramos nombrar el animal que aparecía representado y relizar la acción que estaba escrita en esa casilla (bailar, dormir...,) si alguien se equivocaba debía volver a empezar así como si uno comía al otro, es decir, caía en la misma casilla. El primero que llegaba a la meta era el ganador y recibía un pequeño premio que les motivaba a repasar todos los conocimientos necesarios para superar este juego.
Pero en la clase no todo era jugar siempre había tiempo para dialogar o hacer una fichas, la parte que menos les gustaba. Tenía que preveer que el más mayor tardaba menos en hacer las fichas por lo que tenía que preparle más y que la pequeña necesitaba más ayuda pues aún estaba aprendiendo a escribir y se distraía con mayor facilidad. Si todo iba bien y sobraba tiempo los últimos minutos veíamos dibujos animados en francés o jugabámos al Lyrics Training (un juego en el que debes completar la letra de una canción mientras la escuchas). De este modo pretendía incorporar el francés a sus aficiones y que no se limitara en exclusiva a las clases sino que pudieran mantener el contacto a través de dibujos, canciones o juegos a lo largo de la semana. Sus canciones preferidas en el juego eran de Kids United, un grupo musical francés compuesto por cinco niños; en la actualidad solo continua una niña y los demás son nuevos miembros por lo que se hacen llamar Kids United Nouvelle Génération. Todo lo recaudado por este grupo musical es donado a Unicef y destinado a proyectos sanitarios, educativos, nutritivos y de protección de la infancia, de manera que unos niños a ayudan a otros niños, por esto quería hablaros de ello.
La pandemia de Covid-19 ha parado nuestras clases pero en mi canal de YouTube hago covers en francés para seguir conectada a mis alumnos y que ellos sigan en conexión con la lengua francesa.