Muchas personas piensan que para meditar bien hay que hacer un retiro o irse a un lugar apartado, pero en realidad es mucho más simple que eso. La meditación es una herramienta fundamental para el día a día porque nos permite regular y equilibrar el cuerpo, emociones y mente que nos puedan afectar a diario. Se trata de aprender a tener una buena GESTION EMOCIONAL.
El Mindfulness significa Atención Plena al momento presente. Quiere decir que te haces consciente de lo que hay en cada momento (dentro y fuera de tí). Darte cuenta de cómo te afectan determinadas situaciones, personas, palabras, etc. es fundamental para conocerte más y entender lo que realmente quieres y necesitas.
Y no, no es la única herramienta que hay para la introspección y el autoconocimiento ni sirve para todo momento. Pero con la práctica constante te irás dando cuenta cuándo y cuánto necesitas de la meditación y cuando combinarlo con otras como una terapia, deporte,etc.
He de añadir que la meditación no es solo sentarse y estar en silencio; eso es una parte de la práctica, importante y necesaria, porque es un entrenamiento para luego poder hacer meditación en el día a día. Estar "presente" mientras cocinas, hablas, escuchas, trabajas o cualquier otra actividad que realices es el mejor método para hacerse consciente de como vives o gestionas lo que te ocurre a lo largo del día y así saber lo que te puede estar dañando y produciendo estrés. En muchas ocasiones ese estrés se acumula por pequeñas cosas de las que no somos ni conscientes. Pero si uno está en conexión con sus sensaciones corporales y sus estados emocionales, podrá discernir rápidamente cuando algo le está afectando.
Meditar se trata de crear un espacio dónde te puedas encontrar contigo mismo. En ocasiones te resultará más fácil encontrar la paz y serenidad, pero otras estarás más agitado mental o físicamente. Todo está bien; en realidad, cada día, cada momento es diferente y aprender a permanecer estable dentro de las fluctuaciones del día a día es la verdadera serenidad y fortaleza. Esperar que las cosas te vayan bien para estar tranquilo o sereno es una ilusión pues lo que es externo no puede aportarte la verdadera felicidad o estabilidad. La meditación te ayuda a ver lo que está bien en tí y lo que necesita ser sanado.
En resumen, la meditación te puede ayudar a:
- Gestionar las emociones
- Manejar el estrés
- Hacerse consciente de las actitudes nocivas
- Estar más en conexión con el cuerpo y sus necesidades
Porque no se trata solo de emociones. Se trata también del cuerpo y la mente. Cuánto más sepas estar en tu centro, menos te afectarán los estímulos externos (ruidos, clima, contacto físico, olores o el gusto). Cuánto más consciente te hagas de tu cuerpo antes te darás cuenta de cómo te afecta, por ejemplo la comida que ingieres (te puedes sorprender mucho y descubrir que lo que comías a diario no te sienta bien) la música que escuchas, las personas con la que compartes un tiempo, etc. Se abre un mundo que estaba ahí en tu interior y del que quizás no tenías conocimiento.
Sobre todo, meditar te aporta LIBERTAD, porque saber que lo que te pasa no ERES TÚ, sino que son estados físicos, emocionales o mentales por los que estás pasando te ayuda a verlo con más distancia y objetividad. Nos ayuda a romper la identificación que tenemos con nuestra personalidad o rol. Nuestro valor va más allá de lo que se ve y está más relacionado con nuestra esencia; esa esencia con la que vinimos, antes de modelarnos según lo que hemos heredado o aprendido en nuestra vida.
La meditación te ayuda a deconstruir lo que no es, lo que no somos, para re-conectar con nuestra verdadera naturaleza.
En los siguientes artículos iré dando consejos prácticos para la meditación en casa.
Namasté.
