Los tiempos verbales son uno de los aspectos que más se les suele atragantar a los estudiantes que dan clases de lengua castellana y literatura. A pesar de que las conjugaciones forman parte de los contenidos básicos de prácticamente todos los cursos, desde Primaria hasta Bachillerato, suelen olvidarse de un año a otro porque no se suelen dar ni practicar fuera del aula. Pero eso no significa que no puedan entenderse y hacer algo más sencillo su aprendizaje y, sobre todo, la fijación en la memoria.
Tiempos verbales simples y tiempos verbales compuestos
Lo primero que tenemos que saber de los tiempos verbales es que se conjugan con formas simples (una sola palabra, como jugué o pensarás) o con formas compuestas (con, normalmente, dos palabras, como he escrito o han llegado). De la misma manera, también tenemos tiempos de pasado, presente y futuro.
Los tiempos verbales de pasado
Puede que resulte algo complicado saber cuáles son los tiempos verbales de pasado porque no empleamos esta palabra para etiquetarlos. En su lugar, usamos una palabra un poco más técnica, un cultismo: pretérito. Pretérito significa 'que ya ha pasado o que ya sucedió'. Por ejemplo, en el caso del pretérito imperfecto de indicativo, podemos tratar de entender a qué puede corresponder este tiempo verbal.
Ya sabemos qué pretérito significa pasado, por lo tanto, no puede tratarse de ningún tiempo de presente ni de futuro. Pero, ¿qué quiere decir imperfecto? Cuando hablamos de perfecto o imperfecto en lengua nos referimos a la acción y, en concreto, si esta ha acabado o no.
- Pretérito perfecto (o perfectivo para el aspecto verbal). Si la acción ha terminado, sabemos cuándo ha empezado y cuándo ha acabado.
- Pretérito imperfecto (o imperfectivo, para el aspecto verbal). Si desconocemos la duración de la acción, si se está desarrollando o no sabemos cuándo termina.
Por tanto, un verbo con tiempo de pretérito imperfecto de indicativo debe ser una forma simple de pasado cuya acción no ha terminado o se está desarrollando en la oración. Me encantaba jugar al fútbol, pero tuve que dejarlo. En esta oración, encantaba es un verbo conjugado en pasado y además la acción no sabemos cuándo acabó: no me encantó, con una duración determinada y acabada, sino que me encantaba durante un tiempo que no se especifica cuándo terminó.
El pretérito perfecto
A diferencia del pretérito imperfecto, que es una forma simple porque solo tiene una palabra, el pretérito perfecto es una forma compuesta porque tiene dos. Por eso también se llama pretérito perfecto compuesto. Hay algunas cosas que debemos saber con respecto al pretérito perfecto.
En primer lugar, sabemos ya que pretérito significa pasado. También sabemos qué perfecto nos lleva a pensar que la acción tiene un principio y un final. Y además, ahora hay que tener en cuenta que las formas compuestas se conjugan con el verbo haber. Haber en este tipo de construcciones tiene la función de verbo auxiliar, lo que significa que no añade un significado concreto, sino que sirve de apoyo gramatical, como en este caso, al darnos la información de tiempo, número y persona.
Por último, debemos tener en cuenta que el pretérito perfecto se conjuga de la siguiente manera: haber + participio. Pero, ¿cuáles son las formas verbales de participio? Aquellas que acaban en -ado (para los verbos que en infinitivo acaban en -ar) o en -ido (para los verbos que en infinitivo acaban en -er o -ir): cantado o vivido son participios de cantar y vivir, respectivamente.
Teniendo en cuenta todo esto, ¿cómo será el pretérito perfecto de la tercera persona singular de comer? Vayamos por partes. La tercera persona de singular tiene que ser él o ella. Se trata de un verbo en pasado y además hay que usar haber + participio. Por tanto, tengo que usar haber en tercera persona de singular y beber en participio. El resultado es (él o ella) ha comido.
Resumen
Los tiempos verbales a veces resultan complicados de entender por qué las formas que tenemos para llamarlos y distinguirlos no nos aportan mucha información. En realidad, nos la dan casi toda, pero tenemos que invertir tiempo en ir comprendiendo y asimilando las informaciones que nos dan. Aplicando algunas reglas gramaticales y algo de lógica, los tiempos verbales será un poco menos difíciles de aprender.
