Todo empezó casi por inercia, como si el camino que estaba recorriendo me llevara a lo que no sabía que estaba ahí, pero el destino lo percibía.
Un buen día conocí a una gran mujer, hermosa por dentro y por fuera, con una inteligencia y habilidades para la comunicación que hasta ese momento no había visto en ninguna otra persona. Nos conocimos como por "accidente" en el transcurso de un puente de semana santa y desde ese día nuestras vidas se conectaron, incluso teniendo en cuenta que es alemana...
Siendo de otro país, aparte de que habla mi idioma mejor que yo ( eso no es difícil, soy andalú ;P ) se expresaba con tal fluidez durante su todavía breve estancia en España que cada vez me llamaba más la atención.
Después de saber que sentíamos algo el uno por el otro y notar que esa armonía parecía duradera decidimos dejar el pueblo donde residimos unos meses para probar suerte en Munich, Alemania.
Al principio de encontrarme con tal choque de culturas y ver que por la calle todo era distinto, cuando leía un cartel y no entendía ni una sola sílaba, lo primero que se me pasó por la cabeza a la hora de tener que aprender el idioma fue: "esto es imposible"
Al cabo del tiempo me dí cuenta de que el aprendizaje era como una especie de lentes que al principio hacen que tu visión parezca borrosa pero con el tiempo y el esfuerzo fuí notando que se iba haciendo cada vez más nítida. A base de escuchar la radio, la televisión, las conversaciones familiares a velocidad de vértigo y algún que otro detalle urbano me iba dando cuenta de que mis oídos iban agudizándose hasta el punto de pillar algunas cosas automáticamente. Tras ir dando clases desde cero también iba dándome cuenta de que era como un niño volviendo a descubrir un nuevo mundo. Cuando empecé a escribir se despertó en mí un nuevo interés por la gramática y la ortografía. Cuando comencé a atreverme con pronunciar las palabras de una forma inusual a la que tenía me iba fascinando cada vez más por tal descubrimiento. Y así fuí dándome cuenta de la importancia que puede llegar a tener tal aprendizaje, porque no sólo estaba aprendiendo otro idioma, estaba conociendo a gente de todas partes del mundo gracias a esa forma de comunicación, viviendo experiencias únicas a la hora de ir al médico, pedir en un bar o simplemente ir a comprar el pan. A partir del hecho de aprender tal idioma estaba a la vez aprendiendo a vivir en un mundo que antes era totalmente desconocido para mí.
Así que, si estás empezando, sólo puedo decirte una cosa, disfruta como si el idioma fuera tuyo, siente cada paso que des con todo el amor que puedas, porque así es como puede llegarse a crear algo grande, aunque te caigas, aunque sea lento y tedioso al principio, el final puede ser muy dulce, la gran recompensa por tanta lucha, principio del fin, pero sólo puedes llegar a saberlo dando los primeros pasos.
