Desde mi punto de vista, la tarea es el inicio a la violencia familiar. La violencia no es sólo cuando se golpea, o se lastima de manera física. La violencia se presenta desde el momento en que intimidamos a la persona con la cual interactuamos.
Es fácil perder la calma y llegar al grito de forma rápida, con el fin de hacernos entender mejor, justo ahí comienza la violencia, sin contar la cantidad de frases que empiezan a salir sin pensar que las teníamos guardadas: Ay no, no puedo mas. NOO se ser maestra. No nací para esto. Soy contador no docente. De matemática no se nada, tu papá que te ayude. Esto acabará con mi vida. Qué se cree esa maestra?. Y de paso se paga la mensualidad completa. El colegio deberían pagarme a mi por dar las clases. Así no aprenderás nada. Creo repetirás el año. Así vamos a mandar ese trabajo a la maestra, quede bien o quede mal. Dame que yo te lo hago yo y punto…Y así vamos cargando el ambiente y nos dejamos escuchar por nuestros hijos; cargándolos a ellos de nuestras emociones. Emociones que harán más pesado el proceso.
Por tal motivo los invitamos a conocer una alternativa para crear un ambiente de armonía y empático para el proceso de enseñanza y aprendizaje en nuestros hijos: lo inicial debería ser, que nuestro cerebro de adulto procese la siguiente información: esta es una situación transitoria, la cual aún no está definida su culminación, y el mundo entero está envuelta en ella.
El saber la continuidad de esta modalidad nos agarra en un nivel de agotamiento alto, tal vez por las falsas vacaciones que se tuvieron y de los cuidados que aún hay que tener por el virus. Este agotamiento lo calificamos para justificar la negación a la nueva manera de clases en casa. En este proceso tenemos una fortaleza, es que ya no somos nuevos en esto, y tenemos algo de experiencia y conocemos las plataformas que usan los colegios.
Qué podemos hacer para enfrentar esta situación de manera exitosa, tanto para los niños como para los adultos que nos acompañan en este proceso?
1. Recuperar la rutina
Lo primero a considerar sería el recuperar la rutina, con esto comenzamos lo básico y necesario; retomar la hora de ir a la cama como se hacía de manera habitual cuando iban al colegio, ese momento del descanso reparador, el cual sucede en la noche. No hay proceso de aprendizaje de manera productiva si no hay un tiempo de descanso diario ajustado a la edad cronológica. Un niño o niña de 4 a 12 años deben dormir de 10 a 11 horas. Esta cantidad de horas pueden aumentar en la adolescencia. Si este proceso no está consolidado, el siguiente proceso que es el de la concentración y atención necesaria para el tiempo estimado de la actividad escolar, se verá afectado. Junto con esto se da continuidad a la rutina del esquema diario que incluye el quitarse el pijama, lavar los dientes, el desayuno y la actividad posterior que establezcamos para iniciar el día, entre ellas puede ser el inicio a la actividad escolar. Hay algo importante que acotar aquí, y ello es que el cerebro necesita oscuridad para dormir y hacer ese descanso reparador del que hablamos; es decir, que no podemos cambiar el dormir de la noche por el día y de esa misma manera canjear el horario de trabajo escolar para la noche, porque en los niños de edad escolar, este método no funciona muy bien en los niños.
2. Alimentación!
Hacer todas las comidas del día, en la edad escolar la alimentación es fundamental para la energía y la concentración; la comida es el combustible para poder andar, funcionar, y rendir en las distintas actividades del día. Es importante, muy importante que el desayuno se haga antes de comenzar cualquier otra actividad, ya que el cuerpo pasa mas de 8 horas sin recibir nutrientes.
3. Romper el hielo!
Comenzar la rutina con una actividad de relajación o recreación en el que esté presente el contacto, para que el niño sienta el calor que no ha podido estar por la suspensión de la ida al colegio. No se trata de imitar la rutina del aula, pero si, hacerla lo mas parecida o adaptada a nuestro tiempo y posibilidades. Esta propuesta puede ser, comenzar cantando, un rezo, un baile, una rutina de yoga, de gimnasia, ejercicios de estiramiento, etc. Es importante que esta actividad sea de manera placentera y sobre todo corta, que no dure mas de 10 minutos, y durante esta actividad tengamos contacto visual, quinestésico y de risas con nuestros niños. De esta manera estarán con mayor disposición y relajados para sentarse a escuchar una clase de zoom o empezar a escuchar a mami a explicar la actividad a realizar. Esta propuesta se adapta a los niños preescolares o primera etapa de educación básica; para los más grandes, por ejemplo los que están en la segunda etapa de educación básica o primaria, ya para estas edades pueden hacer igual algún ejercicio de estiramiento, flexiones, o algunos de gimnasia cerebral que implique mover su cuerpo.
4. El tiempo!
Cuánto es el tiempo para trabajar en casa? Si hablamos de edad inicial o preescolar, el tiempo sería de 15 a 20 minutos si la actividad es variada, del resto debe ser mas corta; la variedad viene con: un video explicativo o relacionado con la actividad a realizar, y luego la realización de la actividad de refuerzo que es la tarea. Esta tarea debería tener de dos a tres opciones para realizar a elección del niño o niña. Este tiempo para realizar esta actividad debe ser libre, que el niño o niña puedan realizarla libremente en su tiempo.
5) Ambiente emocional amigable!
Podemos ser cariñosos, dulces (no empalagosos) con nuestros hijos, sobre todo para estimular el inicio de estas actividades. En la búsqueda del equilibrio y no exceder las medidas, le llamo ambiente amigable; buscar el equilibrio donde esté presente la tolerancia, empatía y la disciplina con nuestros hijos. Muchas veces, sobre todo en niños y niñas del la etapa básica o secundaria, pueden optar posturas que indican cansancio, desgano, simplemente fastidio y desinterés, por la rutina y por todo el factor inusual que ya conocemos. La tendencia de la mayoría de los padres es caer en lo que muchas veces criticamos desde afuera. Al ver estas posturas emitimos estímulos de crítica y regaño: que flojo, debes prestar mas atención, pon de tu parte, por eso es que no entiendes nada… etc… Esto hace que la situación académica se vuelva adversa y se genere resistencia a la actividad escolar en casa.
6) Herramientas y atención!
Establecer un lugar fijo donde pueda realizar sus actividades escolares, incluyendo las clases online que tendrá en ocasiones. De esta manera completamos las condiciones para el inicio a una nueva forma de tener las clases en casa. Con estas herramientas podemos hacer que el niño y niña descargue su necesidad de moverse. Podemos dejar a la mano una pelota de arena o de goma para que en momentos de ansiedad pueda tomarla y apretarla, también las ligas para hacer ejercicios y con esto puede hacer movimientos reales con sus piernas y así el cerebro cubrir su necesidad de movimiento, la cual es vital en esta etapa. Y por último no siendo estas opciones las únicas a implementar, podemos darle una hoja adicional, en blanco donde el niño o niña de manera simultánea con la clase pueda ir haciendo solo rayas, eso se lo podemos indicar y así el cerebro va descargándose y puede seguir manteniendo su atención en la clase de ese momento.
En esta oportunidad cubrimos una parte básica para formar de manera equilibrada y óptima una nueva etapa que nos toca afrontar, sin dejar a un lado que podemos equivocarnos y salirse del área de paciencia, donde afortunadamente buscando la ayuda y compartiendo experiencias podemos salir adelante.