Tras dos años impartiendo clases particulares y manteniendo un contacto estrecho con mis alumnos, me inquieta notar que lo que más aterra a los estudiantes es la posibilidad de repetir curso, decepcionar con ello a sus familiares e incluso ser objeto de burla en el colegio o instituto.
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El miedo a repetir curso limita enormemente la capacidad de aprendizaje del alumno. Un estudiante que trabaja constantemente con miedo y reflexionando sobre lo que podría suceder si al final su esfuerzo resulta no ser suficiente, aprovecha mucho menos su tiempo, pues parte de su mente siempre se encontrará ocupada por tales pensamientos negativos.
Prevenir este hecho requiere trabajo tanto por parte del alummo, como por parte de los padres y otros familiares:
- El estudiante debe trabajar mucho a fin de mentalizarse de que repetir un curso no supone que haya fracasado. Volver a impartir la misma materia un año más ayudará a afianzar los conocimientos, lo que hará que los siguientes cursos académicos resulten más fáciles y provechosos para el alumno.
- Desde mi experiencia, la actitud de los padres frente al hecho de repetir curso es sobre la que más deberíamos trabajar. No deberíamos transmitir a las nuevas generaciones que el hecho de suspender en el colegio te hará ser un fracasado. Es importante comprender que cada niño o niña tiene sus aptitudes y habilidades, y no todos pueden obtener buenos resultados en el colegio, ni ser buenos en los mismos ámbitos.
Por último, y respecto a lo mencionado sobre ser objeto de burla en el colegio por haber repetido curso o por requerir más tiempo que otros niños para afianzar los conocimientos, cabe destacar que debemos enseñar a los estudiantes que cada chico/a tiene su situación y condiciones personales, ya sea por tener una menor capacidad de aprendizaje para los contenidos impartidos en clase (lo que no supone una menor capacidad de aprendizaje para otros ámbitos de la vida) o incluso por estar viviendo una mala época familiar o estar pasando por algún tipo de problema de salud.
En definitiva, tenemos que esforzarnos por crear una sociedad que no juzgue, porque nunca sabremos por lo que está pasando otra persona y hasta qué punto podría herirle nuestra opinión. Es bien sabido que la mayor parte de los pensamientos negativos por parte de los alumnos sobre el fracaso escolar proviene del fuerte rechazo de este por parte de la sociedad.