Si bien es cierto que gran parte de la comunicación no pasa por la palabra, esta resulta ser una muy importante herramienta a la hora de comunicarnos. Y fue cuando aprendí el idioma castellano y luego enseñando mi propio idioma que tome consciencia de la importancia y del poder de las palabras.
Por mi propia experiencia con el aprendizaje del castellano, creo que conocer un idioma es esencial para conocer a una cultura, a un país y a su gente.
Conocer, aunque sea un poco, el idioma del lugar donde uno va a trabajar, estudiar, vivir, o simplemente de vacaciones lo CAMBIA TODO. Permite acercarse a la gente, poder desenvolverse en el país, en los lugares públicos y privados etc... Pero además de eso... y es lo que más me impacto, es que cuando más se conoce y practica un idioma, mas se entiende a la sociedad hablante, a sus costumbres, su manera de vivir y su forma de ser.
Expresar algo específico, un pensamiento o una emoción va resultar más fácil/cómodo/acertado hacerlo en un idioma que en otro. Y es porque cada idioma tiene su propio matiz, y las palabras están cargadas de la historia de cada país, y por eso, ciertas palabras pueden expresar más precisamente lo que uno siente o piensa en un idioma que en otro. Aprender un idioma, es abrirse a un nuevo mundo, es expandir sus recursos a la hora de expresarse, descubrir una cultura y crear lazos con otras personas.
Cuando empecé a enseñar el francés, lo volví a descubrir. Me apasiona y trato siempre de adaptarme al alumno, y a sus necesidades, y a la vez transmitirle el gusto del idioma, ya que (sobre todo al principio) puede resultar difícil aprender y hablar otro idioma.
Con paciencia y ganas todo se puede conseguir, yo misma me demoré cierto tiempo en hablar otro idioma... pero fue sin duda una de las mejores decisiones de mi vida. :D