Muchas personas, entre ellos padres y educadores, piensan que la inteligencia está ligada únicamente al coeficiente intelectual, y que resolviendo un test estandarizado podremos saber cuál es realmente el nivel de inteligencia de una persona.
Sin embargo, eso significa focalizarse en un solo aspecto de la capacidad mental: lo cognitivo, y se dejan de lado muchas otras cosas que existen en las personas: la capacidad para orientarse, para sentir empatía, para expresar sus emociones, para hablar fácilmente un idioma, para relacionar elementos similares (formas, colores), etc.
Entonces, ¿qué es realmente la inteligencia? Los investigadores la definen como la capacidad de "razonar, resolver problemas y aprender". Más allá del coeficiente intelectual, existen otras teorías sobre la inteligencia que pueden aportarnos un poco de luz. Una de ellas es la teoría de los siete tipos de inteligencias.
En 1983, el psicólogo e investigador Howard Gardner publica las conclusiones de su estudio: en realidad tenemos siete tipos de inteligencias diferentes, pero relacionadas entre sí, y siempre tenemos unas que destacan más que otras. Son las siguientes:
· Inteligencia lingüística: uso del lenguaje, hablado o escrito. Es la capacidad para conectar palabras y expresar opiniones. Corresponde a escritores, oradores, presentadores, profesores de idiomas...
· Inteligencia espacial: percepción del espacio, así sea de uno mismo en un lugar, como de un objeto y sus piezas. Corresponde a arquitectos, escultores, navegantes, decoradores...
· Inteligencia musical: percibir y comunicar a través de la música. Corresponde a músicos, compositores, cantantes, directores de orquesta...
· Inteligencia kinestésica: se refiere al uso del cuerpo para lograr fines específicos, así sean artísticos u otros. Corresponde a artesanos, bailarines, actores, pero también a deportistas, a malabaristas....
· Inteligencia lógico-matemática: resolución de problemas mediante patrones lógicos y conceptos matemáticos. Esta inteligencia es la base del sistema educativo actual y la que se mide en los tests de inteligencia. Corresponde a matemáticos, físicos, científicos, jugadores de ajedrez...
· Inteligencia intrapersonal: basada en el auto-conocimiento, identificación y manejo de las propias emociones, encontrando el equilibrio entre lo emocional y lo racional para alcanzar las metas vitales. Corresponde a profesores de yoga y meditación, sabios, actores...
· Inteligencia interpersonal: se trata de la relación con las emociones y las intenciones de los demás, de la empatía y la capacidad de comprensión. Corresponde a psicólogos, psiquiatras, pedagogos...
· Inteligencia naturalista: fue la última en ser reconocida. Relacionar fácilmente elementos naturales similares o distintos, es la capacidad de observar la naturaleza y comprenderla. Corresponde a botanistas, biólogos, naturalistas...
¿Te identificas con alguna? En realidad, todos poseemos al menos un poco de cada una, pero siempre tenemos alguna más desarrollada que las otras. Ser consciente de esto es muy importante para ser feliz.
Recuerda que cuando enseñas correctamente un idioma no estás solamente estimulando la inteligencia lingüística en tus alumnos, sino todas las demás. Los juegos y proyectos en clase son ideales para poner en práctica estas inteligencias y aprender a través de ellas. No olvides estimularlas en tus clases, ¡ a tus alumnos les encantará !
