Tania Zamorano

Mi nombre es Tania, nací en Mallorca y llevo seis años viviendo en Barcelona. Mi escoliosis fue el motivo por el cual empecé a practicar yoga hace más de diez años y debo decir que ha sido desde entonces uno de los descubrimientos más especiales en mi vida. Hace 5 años, ya en Barcelona, empecé con una práctica mucho más profunda y dos años después, decidí formarme como profesora de Vinyasa Yoga.

El yoga no solo ha ayudado a mi bienestar en general, sino también a aceptar mi cuerpo tal y como es, con sus límites y sus cambios. Mi cuerpo ha experimentado cambios excepcionales, externos e internos, y no podría encontrar nada mejor que el yoga para descubrir nuevas sensaciones y experiencias utilizando únicamente tu propio cuerpo. La práctica de Vinyasa Yoga me ayuda a llevar atención plena a mi cuerpo justo en ese momento presente, olvidando cómo era antes o cómo debo ser en el futuro. La atención en la respiración durante la práctica me da quietud y calma, ayudándome a avanzar poco a poco y a darle beneficios a mi cuerpo sin esperar nada a cambio.

Mi formación la hice en la Absolute Yoga Academy, con Briohny y Dice, que me hicieron encontrar nuevas visiones del yoga y comprometerme aún más con todo este mundo. El yoga no solo ayuda a mi cuerpo a sentirse mejor y más saludable; mi mente también se despeja y se relaja, dándome calma y tranquilidad. Más adelante completé mi formación con Ágata Subirats y su curso de Yoga para embarazo y postparto, para poder acompañar a mamás y bebés desde el yoga y la meditación. A raíz de esto, me formé con Yoguitos y su curso de Yoga para niños y familias, ya que creo que desde pequeños tenemos la necesidad de buscar eso que nos mueve, y aprender a exteriorizarlo y expresarlo, es vital para nuestro aprendizaje.

“El verdadero yoga no trata de la forma de tu cuerpo, sino de la forma de tu vida. El yoga no se realiza, se vive. Al yoga no le importa qué has sido; le importa la persona en la que te estás convirtiendo”.