Toma las riendas y encuentra la motivación para el estudio

¿Y si dejamos de ver el tiempo de estudio como una obligación o unos momentos de castigo? Podemos contar con muchas herramientas y recursos para facilitar el estudio, como la elaboración de esquemas y resúmenes, emplear apps y pizarras, intercambiar dudas con otros estudiantes pero, ¿cómo vamos a poder aprovecharlas si nos acecha la desmotivación?

Tomar las riendas
Puede sonar difícil, pero seguir unos pasos nos ayudará mucho. No existe una receta universal para encontrar la motivación pero sí unas líneas básicas que nos ayuden a saber qué es lo que nos funcionará personalmente. Con pequeños cambios es posible alcanzar una mejora gradual. Cambiar hábitos no es cuestión de dar un giro radical sino de pequeños pasos a ir consolidando.
Ideas claras: presente y futuro
Más que pensar en el resultado final, céntrate en el proceso, en el valor de lo que puedes aprender. Comprender y adquirir nuevos conocimientos es por sí mismo algo positivo. Obsesionarse con el resultado puede perjudicarte en el sentido de ponerte más nervioso y agobiarte. Céntrate en el momento, en la importancia del esfuerzo y en la superación de pequeñas metas. No obstante, no olvides el objetivo final. Ten en mente cómo de importante es obtener el resultado deseado y, sobre todo, qué implica el no alcanzarlo. Imaginar las consecuencias negativas puede servir para motivarnos a luchar contra ellas.


Gente que nos inspire
Si nos fijamos en aquellas personas con quien compartimos nuestro día a día, podemos ver todo tipo de actitudes, personalidades, caracteres. Si procurarnos estar cerca de aquellas personas llenas de energía, con entusiasmo y que valoran el hacer bien las cosas y marcarse retos, seguro que nos podremos contagiar de su espíritu. Si no nos contagian en un principio, por lo menos sí nos servirán de inspiración y de referente.
Marcando límites
Es importante tener claro qué podemos hacer y qué nos será imposible en un periodo de tiempo. Piensa en fechas límite a corto plazo. Es más sencillo pensar en lo que queremos completar en una semana que en un mes o en un par de meses. Podemos hacernos un horario o utilizar alguna herramienta de calendario en un pc o en el dispositivo móvil que mejor nos vaya. La planificación semanal nos permite organizarnos teniendo en cuenta los factores que posiblemente nos afectarán en el corto plazo: exámenes, celebraciones, encuentros familiares o con amigos, fechas señaladas, etc.
Sumando momentos
Quizás el calendario en el que quieres integrar tu nueva rutina de estudio está ya muy repleto y te agobia. Piensa en las horas del día en que sabes que puedes estudiar mejor (más atención, menos preocupaciones y distracciones) y resérvate momentos en esa franja horaria. Aunque sea media hora o 1 hora, la suma de momentos será positiva. El tratarse de un rato suelto y no muy largo puede tentarte a hacer otras actividades más lúdicas. ¿Realmente necesitas ponerte ante una pantalla a jugar o ver una serie en ese momento? Ten en mente lo que puedes ganar con la suma de momentos, que será siempre un avance.
¡Fuera distracciones!
Trata de encontrar un lugar cómodo, bien iluminado y retira todo lo que sepas que te puede distraer. El desorden puede agobiarte y acabar por desmotivarte. También puedes ir alternando lugares si en algún momento te saturas y no logras concentrarte y los descansos no te ayudan. No a todo el mundo le resulta efectivo estudiar en una biblioteca y hay quienes son capaces de estudiar en espacios abiertos o incluso en medios de transporte. Puedes ir probando…quizás no encontrabas la motivación antes por culpa de no haber elegido el mejor sitio para ti.
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