Bienvenidos a la segunda parte de la serie sobre competencias básicas y alfabetización audiovisual. En este artículo hablaremos sobre qué vamos a enseñar en relación con las competencias básicas y la asignatura de Historia, Sociales e Historia de España.
En esta ocación queremos que los estudiantes sean capaces de desarrollar el pensamiento histórico, es decir, aprender a pensar, relacionando un hecho con su causa y consecuencia, mostrando capacidad de reflexión sobre el mismo.
Para ello, nos centraremos en dos claves: La alfabetización histórica, donde los estudiantes aprenderán a pensar históricamente, gracias a la comprensión de textos y desarrollo de ideas propias. Así como de empatía histórica, es decir, la capacidad para entender cómo y por qué actuaron nuestros antepasados. (Sáiz, 2014; Sáiz y Domínguez, 2017; Carretero y López, 2009)
Estamos hablando de que para adquirir estás competencias, necesitamos primero alcanzar un buen nivel de comprensión y expresión textual. Solo entonces, las competencias básicas nos permiten pasar al siguiente nivel.
Esto es lo que los investigadores en Didáctica de las Ciencias Sociales, llaman competencias de primer orden (conceptuales), de segundo orden (actitudinales) y de tercer orden (procedimentales). (Sáiz y López-Facal, 2014). Una clasificación que nace como esfuerzo por integrar el currículum, es el resultado de enseñar contenidos, actitudes y métodos de aprendizaje. (Feito, 2010)
Un momento, te estarás preguntando que tiene qué ver todo esto con la alfabetización audiovisual... y estás en lo cierto. En principio, no hay relación alguna. Esta es la realidad de los institutos. Quieren enseñar las competencias más arriba descritas, pero sin tener en cuenta a los estudiantes, como ya expliqué en la primera parte de esta serie.
Como todos sabemos, los estudiantes después de su etapa academica, e incluso en las pruebas de selectividad EVAU (antiguas PAU) demuestran las carencias que ya hemos descrito. (Sáiz y Fuster, 2014)
En conclusión, la falta de adquirir competencias básicas dificulta todo lo demás, donde los estudiantes se sienten frustrados y no son capaces de ver la necesidad de formarse academicamente. La famosa pregunta: ¿Para qué me sirve esto? (Sáiz, 2014; Sáiz y Domínguez, 2017; Carretero y López, 2009) Los profesores particulares podemos cambiar esto. Como explique aquí.
Continuará...