Desde que era muy niño, antes de aprender a leer y escribir me incliné por la educación y una de mis motivaciones para aprender era el enseñar. Recuerdo ver como sufría una empleada doméstica al querer aprender y al no tener yo la obligación de hacerlo, empecé a aprender para poder enseñarle.
Me parece que justamente ahí está el principal motor en el aprendizaje, la motivación y el interés, primero para ser un buen profesor —o uno bueno en cualquier profesión— debe gustarte lo que hace y desde ahí generar la motivación y la generocidad necesaria para poder impartir los conocimientos. Cuando un estudiante está abierto al aprendizaje, aprende. Me parece que la principal tarea de un profesor no es impartir sus conocimientos, ellos están en los libros y en los diversos espacios virtuales de la divulgación de conocimientos, la principal labor de un profesor es generar las condiciones para abrir esa puerta que permita el aprendizaje, lo demás llegará por añadidura, los conocimientos lo podrá obtener de su profesor o de la información que están en los diversos medios y si esa puerta del interés está abierta el estudiante por si solo encontrará el conocimiento.
Entonces sitetizando la labor de un profesor está en generar la motivación por el aprendizaje abrir aquella puerta a infinitos mundos del conocimiento, dotar de las herramientas necesarias para poder adquirirla y también tiene un rol importante en trasmitir aquellos valores que hacen de una sociedad prospera en su conjunto.
Cuando el estudiante aprende a encontrar los conocimientos por si mismo y ayuda a su vez por el desarrollo humano le generan una gran satisfacción y también permite abrir otras puertas en su proceso de aprendizaje sin fin.
