Al principio estaba deshubicado, de repente ya no se podía ir a trabajar, nisiquiera te dejaban salir a la calle. Se acabaron los conciertos, las giras de verano, las jams.. Lo unico que quedaba eran las clases de guitarra. Las clases tuvieron que adaptarse rapidamente a la situación. Asi que ofrecí a mis alumnos empezar a dar clases online, proponiendole un descuento, vista la situación; ya que mucha gente de repente se encontró sin trabajo. Empezaron unos pocos alumnos, timidamente, pero a lo largo de las primeras semanas la mayoría se unió al nuevo formato onlline. No tardamos mucho en adaptarnos, la verdad es que se hacía entretenido ya desde el principio. Ahora los invito a grabarse y mandarme los videos para que les pueda aconsejar. Han pasado ya varias semanas y no se muy bien por que razón, pero noto una importante mejora en todos y cada uno de mis alumnos, quizas sea debido a mi percepción, distorcionada quizas a causa de pasar tanto tiempo en casa, o a lo mejor, debido al hecho que los alumnos tienen que arreglarselas por su cuenta un poco mas que antes, despiertan esa chispa interior que les hace sentir el instrumento de una forma mas personal. Digamos que ya no los llevas de la mano, pueden andar solos.
Estaré pendiente de la evolución. De momento está siendo una experiencia maravillosa y enrequecedora.