La verdad por delante, este post nace desde el intrusismo laboral. Yo me he graduado en Estudios Ingleses, no es Magisterio Infantil. Aún así, y sin que me gusten especialmente los niños, y sin que en mi anuncio se incluyera la opción de dar clases a niños, acepté una oferta para darle clases a una niña de 8 años y a su hermano de 5.
No sabía si aceptar ¿Qué se supone que tengo que hacer con ellos? ¿Cómo les enseño? No les voy a poner ejercicios de gramática durante una hora, no creo que funcione así. Tus amigas te recomiendan que les pongas canciones, que con eso los mantendras entretenidos y tu madre te dice que lo peor que pueda pasar es que no te vuelvan a llamar. Total, las prácticas de la autoescuela no se van a pagar solas, así que aceptas.
¿Cómo dar una clase particular?
Vas con una ficha para colorear para cada uno, y sale más o menos bien. Pero no puede pasarte todas las clases desorientada sin saber qué temario seguir. "Yo como estoy en tercero ya no coloreo" me dice la pequeña, "no entres en pánico - pienso yo - en Internet está todo". Y efectivamente, muchísimas gracias a todos los profesores que suben sus consejos, os debo la vida.
¿Qué he sacado de toda esta experiencia trabajando con niños? Desarrollar la creatividad. Me he llegado a sorprender a mí misma por cómo he salido adelante de las distintas situaciones que se me han planteado, y además reaccionando bastante rápido.
La pequeña de 8 añitos era más fácil de manejar, pero el de 5 no sabía por dónde iba a salir. ¿Te has preparado el vocabulario de la comida y no te hace caso porque te está enseñando su peluche nuevo? No hay problema, vamos a preguntarle Mr. Frog cuál es su comida favorita en inglés. Y recordad, las flashcards son vuestras aliadas para absolutamente todo.
Además de la creatividad, también me ha recordado que los juegos se pueden incluir en todas las edades. Poco después, a una clase de preparación de B1 para dos universitarios, jugamos el último día al Taboo y acabaron contentísimos. Hacer las clases más amenas mientras se aprende siempre es de agradecer y algo a lo que deberíamos aspirar.