Una de las mayores dificultades que nos podemos encontrar los adultos, tanto familiares como profesionales de la educación, es preparar al alumnado para ser autónomo en su día a día tanto en casa como en la escuela. La sobreprotección que existe hoy en día en la sociedad hacia el infante es, en muchas ocasiones, un obstáculo para el desarrrollo de la autonomía del niño o niña.
¿Cuántos alumnos hay de últimos cursos de primaria o de la ESO que no saben estudiar solos? ¿Qué no preparan los materiales escolares para el día siguiente? ¿O que no se preparán así mismos el almuerzo?
El trabajo de la autonomía comienza de manera correcta en Educación Infantil y los primeros años de Educación Primaria. El trabajo que se realiza en estas etapas se centra en que el alumnado sea capaz de realizar cosas por sí mismos (atarse los cordones, ir al baño, jugar, vestirse, preparar materiales y un largo etcétera), pero al llegar a 3º de primaria se da un grandísimo salto e indirectamente se da por hecho que el alumno ya hace todo solo. Los contenidos se dificultan y aumentan en cantidad, las tareas comienzan a ser un tanto desorbitantes en muchas ocasiones, en algunas familias se les pide que se distraigan solos o que estudien o hagan los deberes sin ayuda... Pero también encontramos situaciones contratarias en las que, creemos que para que el niño/a haga las tareas solo/a tenemos que estar encima, que no sabe por lo que tenemos que ayudarle... ¿Y qué me decís cuando el niño encuentra una dificultad y el adulto le hace el ejercicio?
Todo lo anterior por mínimo que pueda parecer afecta en la autonomía del niño/a. Por ello, hay que trabajarlo en muchos casos de manera específica.
En mis más de 6 años de experiencia en clases particulares con todo tipo de alumnado, me he encontrado con niños que han necesitado que desde mi hora de refuerzo trabajase con ellos de manera específica la autonomía. ¿Cómo? Con material adaptado a sus necesidades. Además, realice una secuencia de aprendizaje también adaptada; es decir, comenzamos con un material que les ayudase a preparar autonomamente los materiales para asistitr a mis clases. Cuando esto estaba adquirido, continuamos con el trabajo de "preparamos la mochila de la escuela solos". Y así, podemos llegar a que sea el niño/a el encargado de preparar la mochila, la ropa y el almuerzo para el día de la escuela.
A partir de estas pequeñas situaciones, y con alguna ayuda al principio, se puede continuar con el trabajo de apuntamos las tareas en la libreta, hacemos los deberes solos, estudiamos solos, leemos solos, etc.
TÚ, ¿CÓMO TRABAJAS LA AUTONOMÍA CON EL ESTUDIANTADO?
¡Adelante! ¡(N)OS LEEMOS!
