Hay que hacer trabajo sin prisas, pero sin pausa. Dedicando esfuerzos constantes y de manera planificada. No vale el trabajo a trompicones, ni sin orden ni concierto.
La planificación y la organización resultan fundamentales para que el trabajo continuado luzca y termine ofreciendo resultados halagadores.
Hay que evitar, sin embargo, de una planificación excesiva: las distintas etapas por las que pasará el proyecto implicarán dedicaciones diferentes y, a veces, imprevisibles. Así, muy a menudo el tratamiento de datos suele requerir muchas horas de trabajo que no siempre aportan resultados exitosos y que suelen lucir poco. En cambio, otras fases del proyecto finalizan con más facilidad y con menor dedicación horaria (es el caso, por ejemplo, de la fase de antecedentes cuando se ha hecho una buena labor de exploración previa).
Capacidad de síntesis, de redacción y habilidades comunicativas
No hay que olvidar que el TFG es un trabajo académico. No basta hacer un buen trabajo, también hay que saberla explicar.
Es importante cuidar el proceso de redacción. No cometer faltas de ortografía, evitar las repeticiones innecesarias en el texto, elegir el idioma de redacción en función de las habilidades redactoras, seleccionar la información relevante de la que no lo es, empatizar con el lector, utilizar el registro adecuado en un trabajo académico, citar bien las referencias bibliográficas, referenciar bien los diferentes autores y recursos utilizados, evitar el uso exagerado de anglicismos (si la lengua de redacción es el catalán o el castellano) ... en definitiva, ser capaces de poner de relieve en un documento escrito los elementos más importantes del trabajo realizado durante los 7 meses de dedicación al TFG.
En un mundo en el que resulta fácil y rápido acceder a cualquier tipo de información, es tentador tomar atajos que simplifiquen o, incluso, anulen el proceso de aprendizaje. Prácticas poco estimulantes como la copia o el plagio o -en el límite- la compra de resultados, si ya se convierten reprobables en el marco de cualquier asignatura, resultan ignominiosas en el marco de la asignatura que pretende ser el compendio del conocimiento alcanzado en un grado universitario.
El mercado de trabajo premia, cada vez más, los comportamientos honestos. La cultura del "todo vale" vinculada a la vertiente más crudo del capitalismo, está en horas bajas. La confianza, la lealtad y el compromiso, valores dejados de lado en el pasado más reciente, están cogiendo fuerza en las nuevas relaciones laborales.
En definitiva, la mejor manera de encarar el TFG es -como en el viaje a Ítaca- animarse desde el primer momento en el proyecto y disfrutar de la travesía.
