Hace varios años, cuando empecé como profesora de inglés, español para extranjeros, y desde hace poco también de francés, me interesé en buscar la manera más eficaz y rentable de enseñar a mis alumnos. Mi reto personal siempre será aprovechar al máximo las clases para sacar el máximo de los alumnos. Procuro que las clases sean, dentro de lo que cabe, lo más amenas posibles, variando el material aportado. Ante todo, adapto las clases a los alumnos, a lo que necesiten según el nivel que tengan, pero también adapto el material a sus intereses, ya que un adolescente no tiene los mismos que un adulto.
Durante esos primeros años de enseñanza, en la constante búsqueda del material más adecuado, una búsqueda que en realidad es infinita e interminable, también me puse a leer innumerables artículos sobre métodos que parecían haber encontrado el gran secreto de como aprender un idioma. Cuanto más indagaba, más intrigada estaba. Pues bien, no hay secreto. No existe tal cosa. No hay hipnósis, ni audios durante el sueño. Si existiesen, yo misma ya hablaría 20 idiomas más. Os lo prometo.
En cada nuevo método o programa, lo que llaman "secreto", se resume a la práctica diaria. No hay más. Hay que practicar cada día, aunque sean 15 minutos o media horita, pero cada día. Yo lo comparo con la bicicleta. Si sólo hago 10km en un mes, nunca me pondré en forma, y de gastar calorías ya ni hablar. Pues lo mismo pasa con los idiomas.
Para terminar, me gustaría añadir que esa práctica diaria no tiene porque ser aburrida, ni siempre tratarse de gramatica. Hay que leer, escuchar, ver películas o series. Al principio es algo más dificil, pero poco a poco, poniendo los subtítulos se hace más llevadero, y con el tiempo se convierte en un aprendizaje divertido, viendo vuestras pelis y series favoritas en V.O.
Sólo se necesitan dos ingredientes: interés y práctica, lo demás llega sólo.
