Cuando empecé a dar las sesiones, me importaba mucho que papás y mamás estuvieran contentos con mis horas de trabajo. Con el tiempo, me di cuenta que eso entorpecía mi relación con el estudiante (chico o chica) pues inconscientemente se percibía la postura; Familia y Profesional VS Estudiante. Es algo abstracto y complicado de definir, pero los/as chicos estaban a la defensiva, con lo que el aprendizaje y avance era más lento de lo deseado.
Con algunos casos con los que tuve una relación un poco más cercana, pues también había espacio para la diversión, compartíamos intereses, la intervención se terminaba rápidamente alcanzando los objetivos trazados al inicio.
Si bien es cierto que fue una relación que tardé en establecer, esto me llevó a cambiar el modus operandi de las sesiones. Al inicio, explico a las familias mi forma de trabajo, donde el objetivo principal es que los chicos y chicas disfruten aprendiendo, entiendan que pueden estudiar y divertirse porque así, cuando esto está trabajado, lo demás viene solo.
Las técnicas de estudio entran en las sesiones de una forma más ligera (no quiero decir que sin esfuerzo) pero ellos y ellas ya entiende que son un medio para conseguir un fin. Un fin que llegará (el fin del examen, el fin de trimestre, el fin de curso) y sólo depende de ellos decidir la manera en la que quieren transitar ese camino.
Así que comienzo las sesiones con una entrevista (depende de la edad del estudiante) le doy más solemnidad o menos, pregunto: intereses, gustos, nombres de amigos/as...para finalmente "¿Porqué crees que me han llamado?" "¿Qué piensas tú que puedo hacer por tí?" es increíble las conclusiones que sacan ellos/as mismos/as y en la siguiente sesión esperan con ilusión (casi todos/as) porque es el día en que ellos/as me entrevistan a mí. SI, los estudiantes si les dejas, son curiosos y todos/as llevamos un cotilla dentro.
Esas risas que nos unen al principio son el abono perfecto para que luego estén abiertos a las herramientas que les puedas facilitar. En algunas casas pasamos a Familia VS Profesional/Estudiante y en otras todos nos subimos al mismo barco.
Quizá con el tiempo encuentre la fórmula para que con todos los casos, con todas las familias, acabemos formando equipo, pero por ahora soy feliz profesionalmente pues, lo que importa, EL ESTUDIANTE, gana confianza, se divierte estudiando y mejora resultados (que es para lo que suelen llamar las familias al fin y al cabo).