Diferencias entre el activo y el pasivo en contabilidad

Dentro del patrimonio empresarial, cabe diferenciar tres grandes masas patrimoniales: activo, pasivo y patrimonio neto. En esta entrada, como profesor de contabilidad, comentaré las nociones básicas acerca de las dos primeras, mientras que del patrimonio neto solo se indicará que es la parte residual de los activos de la empresa una vez deducidos todos sus pasivos. Abordada esta cuestión, seguidamente vamos a comenzar con la primera gran masa patrimonial de la empresa: el activo.

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Podemos definir el activo como aquellos bienes y derechos, propiedad de la empresa, de los cuales se esperan obtener rendimientos futuros. Más coloquialmente, podríamos decir que el activo está formado por aquellos elementos sobre los cuales tenemos capacidad de posesión o pertenencia. Si pensáramos en activos que podría tener un individuo, estos podrían ir desde elementos tangibles como una casa, un ordenador o unos muebles, hasta elementos más intangibles como el derecho a recuperar una cantidad de dinero que prestó a un amigo.

Con carácter general, los activos tangibles no suelen presentar problemas para su identificación, algo que con los intangibles sí puede resultar algo más complejo. Retomemos el ejemplo del dinero prestado. Supongamos que tenemos un amigo llamado "X" al que, en un momento dado, le dejamos prestados 50€ con la condición de que posteriormente debía devolvérnoslos. En este caso, lo que se ha generado es un derecho a nuestro favor: tenemos el derecho de reclamarle a X que nos devuelva los 50€ que le hemos prestado. En las empresas ocurre algo similar: cuando una empresa vende su producto a un cliente y este se compromete a pagarlo dentro de un periodo de tiempo, la empresa tiene el derecho a reclamar al cliente el pago de la cantidad acordada.

Comentado el activo, seguidamente vamos a abordar la segunda gran masa patrimonial: el pasivo. Si del activo decíamos que lo formaban los bienes y derechos a favor de la empresa, el pasivo lo constituyen las obligaciones o deudas de la empresa, las cuales para ser canceladas implicará el tener que desprenderse de activos que podrían generarnos beneficios en el futuro. Analicémoslo con un sencillo ejemplo. Si el banco nos concede un préstamo para comprar un bien, ese préstamo lo tendremos que empezar a devolver en un futuro puesto que los bancos no se dedican a "regalar" dinero. Por tanto, mientras tengamos una deuda con el banco por el préstamo que nos ha concedido y que vamos a ir cancelando poco a poco, tendremos un pasivo en nuestra contabilidad.

En conclusión, activo y pasivo son dos masas opuestas, puesto que mientras la primera refleja elementos de nuestra propiedad, la segunda refleja deudas que debemos satisfacer a terceras partes (bancos, proveedores, organismos públicos, etc.).

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