En 2001, podemos observar un antes y un después en la enseñanza de lenguas extranjeras. El Consejo de Europa a través del Marco Común Europeo de Referencias para las lenguas tenía como objetivo guiar y homogeneizar la enseñanza de lenguas extranjeras dentro de la Unión Europea.
El enfoque orientado a la acción es la metodología que debemos usar para la enseñanza de las lenguas extranjeras.
Este enfoque presenta un nuevo elemento: la acción. El nuevo objetivo didáctico es que el alumno sea capaz de realizar una acción. La comunicación y el uso de la lengua meta tiene un papel secundario y pueden ser un medio para llevar a cabo esa acción. Además, el MECRL introduce un contexto al proceso de enseñanza-aprendizaje: un entorno social. Es decir que el aprendizaje de lenguas extranjeras se hará teniendo en cuenta el entorno social.
La definición se centra en el papel del alumno. En este enfoque, el alumno es un usuario de la lengua meta y agente social. Al considerarse como miembro de una sociedad y al tener un papel social, debe no solo de comunicarse sino también de actuar e interactuar con los demás miembros. El alumno no puede tener un papel pasivo como era el caso en algunas metodologías. Debe ser activo e implicarse en el desarrollo de su aprendizaje.
Para desarrollar la competencia comunicativa, el docente tendrá el papel de guía y deberá proponer tareas que formen parte de la vida diaria en los ámbitos personal, público, educativo o profesional.
Para concluir, la nueva metodología, el enfoque orientado a la acción se pone actualmente en práctica en clase a través de nuevas experiencias educativas como el ABP (aprendizaje basado en proyecto), el escape room educativo etc. Todo para que el alumno sea el actor principal de su aprendizaje usando la lengua extranjera. La aplicación de este nuevo método se puede observar en los manuales que son cada vez más comunicativos. El cambio también se ve reflejado en las pruebas de organismo como las escuelas de idiomas. La gran ventaja de este método es que permite adaptar y personalizar las clases en función de la necesidad y el objetivo del alumnado.
