Un buen consejo para estudiar mejor y retener los contenidos, son los mapas conceptuales.
Nos ayudan a ordenar estos conceptos o ideas en nuestra mente por lo que es más fácil recordarlos en los exámenes.
Así mismo, al tener toda la información en un mismo folio, nuestra memoria fotográfica nos ayudará a gestionar la información más fácilmente y nos daremos cuenta de si nos falta algo por poner en cada pregunta de un examen.
Es muy conveniente que los niños y niñas se acostumbren a realizar sus mapas y esquemas desde bien pequeños, al principio guiados por sus maestros; así serán capaces de hacerlos solos a edades más avanzadas cuando se hacen estos esquemas más necesarios para manejar más cantidad de información.
Para aprender a hacer mapas debemos empezar colocando títulos y palabras clave, y sólo añadiremos en los apartados pertinentes otras palabras importantes que nos hagan recordar ideas generales o detalles muy importantes del tema que estemos estudiando.
También podemos utilizar trucos que nos ayuden a categorizar la información según la importancia de ésta: utilizando mayúsculas, subrayados, colores para cada tipo de información, numeraciones, resaltar iniciales, fondos coloreados...
Es importante entender que la mente de cada persona es un mundo y lo que a un niño le gusta y le funciona, a otro no le sirve para nada. Pero hay otros factores que entran en juego también como el interés, la motivación, la atención, la paciencia...
En resumen, estás estrategias o métodos de estudio son muy interesantes y útiles, pero están muy condicionadas a cómo se presentan y enseñan a los niños para que lleguen a ser realmente útiles en su futuro como estudiantes.