Lo que esconde mi voz. La búsqueda de la identidad vocal y la expresividad al cantar

La voz es un vehículo de emociones y muchas veces las "dificultades técnicas" durante el proceso de aprendizaje necesitan una mirada diferente.

Tener en cuenta que ocurre con las emociones puede desbloquear esa dificultad, lo que me permite avanzar en la adquisición de las habilidades vocales, ampliando mi capacidad de escucha.

A través de un trabajo conciente del uso de las herramientas técnicas puedo relacionar el sonido con las diferentes sensaciones que transmite mi voz.

Si algo me preocupa, lo más probable es que el sonido sea apretado o con poco brillo porque la garganta se cierra. Si algo me angustia mi sonido será débil y con poca intensidad porque el aire no fluye. Estos bloqueos a la hora de cantar se traducen a nivel físico como "dolor de garganta" o "no llego a las notas agudas".

Generalmente el alumno llega a la clase de canto con la idea de que su dificultad reside en que no sabe utilizar el diafragma, "no se respirar" es la frase más repetida, sin tener en cuenta que la respiración es solo una parte del proceso de fonación. La resonancia y la articulación juegan un papel clave en el manejo de la voz, de manera que puedo ampliar mis opciones para explorarla combinando estas tres herramientas.

Abiertos a la experiencia aparecen los matices y la expresión se vuelve natural.

Dejar salir mi voz sin juzgar si el sonido es bueno o malo, es permitirme la búsqueda de un tesoro que guarda lo mejor de mi y encontrarlo es lo que me da la alegría de cantar.

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