¿Te has preguntado alguna vez, qué sería o hubiera sido de tu vida, personal o profesional, si hubieras tirado la toalla? Ésta es una reflexión en la que llevo pensando desde hace mucho tiempo. Y no porque se me pase a mí por la cabeza, sino porque es uno de los "temores" que observo en mis alumnos.
Aprender un idioma no es sencillo. No creo que la cuestión radique en si un idioma es fácil o difícil, sino en que muchas veces va a depender de quién lo aprende, dónde y por qué. Y obviamente de cientos y cientos de factores sobre los que poco control podemos tener.
¡Ay, la MOTIVACIÓN! Esa amiga nuestra que se apunta siempre la primera a la fiesta, pero que con el paso de las horas va teniendo menos ganas de limpiar y ordenar el desorden causado.
Entiéndase que la "amiga" es la motivación; que la "fiesta" es ese periodo inicial (que a veces dura semanas, meses o incluso años), en el que decidimos sumergirnos y aprender (muchas veces eufóricos) un nuevo idioma; y que la "falta de ganas de limpiar" es esa desesperación que nos va inundando a medida que vemos que nos está costando más de lo que pensábamos o, simplemente, no nos sentimos preparados para "salir al mundo" y expresarnos en el idioma elegido.
Iba a añadir que la elección del idioma la hacemos con "mimo y esmero"... pero no es en absoluto así. NADA MÁS LEJOS DE LA REALIDAD. Todos hemos tenido clases de inglés en la EGB, en la ESO, en Bachillerato... Para algunos de nosotros era genial, divertido, entretenido... Pero para muchos otros compañeros era una auténtica pesadilla y una tortura. Vamos, lo que para mí las matemáticas.
Ya varios años más tarde muchos colegios e institutos introdujeron una segunda lengua extranjera en sus temarios, y así empezamos a ver niños y adolescentes que "chapurreaban" clases de francés o clases de alemán. Y en muchos de ellos llegó el momento de decidir si querían profundizar en esos idiomas "medio" aprendidos o si, por el contrario, por fin podían deshacerse de ese lastre.
ESA DECISIÓN fue, es y será el punto de partida o la continuación del viaje...
