La mayoría del alumnado queda muy cansado durante el curso, debido al rendimiento de los estudios, las horas invertidas, el posponer planes de salir para momentos fuera del horario de clases etc. Y lo único que desean es tener un verano sin preocuparse de nada, y no abrir ni mirar ningún libro.
Esta postura, que en principio suena bien para poder descansar, tiene varios inconvenientes: el primero es que se asocia el estudiar con algo malo, y si estudias bien y sobre todo si estudias lo que te gusta, puede ser muy placentero. Otro incoveniente posible es, que como el alumnado muchas veces durante el curso tiran de memoria a corto plazo, estudiando a última hora para un examen en lugar de memorización lenta y consensuada durante el curso, después de ese examen en cuestión suelen olvidar el contenido en cuestión.
Por estos motivos es muy recomendable emplear una cierta cantidad, aunque no sea la mayoritaria ya que sí es bueno descansar, de tiempo de vacaciones para repasar en verano lo visto durante el curso, en especial de los contenidos que han costado durante el curso y los de las demás materias que serán ampliados en cursos superiores de cada asignatura curricular.
En conclusión, es muy bueno en periodo vacacional descansar, esto permite también que la memoria pueda trabajar mejor y nos permite poder concentrarnos mejor en momentos de estudio. Sin embargo, no es recomendable no recordar nada de lo visto durante el curso, así como tener nuevas lecturas, durante el periodo vacacional.
Y para poder hacerlo bien, de forma ordenada y controlada, se puede contar con profesorado para guiar en ese repaso de estudio y resolver dudas.
