La voz como instrumento musical, es el único que está insertado en la anatomía del cuerpo humano y responde al mismo. Pequeños movimientos se producen al fonar, en un órgano que no está a la vista, y por eso resulta complejo para el maestro y para el alumno controlarlos, como sí pueden hacerlo con otros instrumentos-objetos que se tocan con los dedos, con o sin ayuda del aliento.
El canto no es más que la posibilidad que tiene el ser humano de entonar, y para ello utiliza su órgano fonatorio no sólo para hablar, sino para emitir sonidos de variada altura, potencia y duración, que combinados con la palabra o articulación, y aún sin ella, logran la posibilidad de ese ejercicio.
Como todo el mundo está dotado del mismo sistema fonatorio, el cual hace posible la acción de cantar (no entramos en análisis o juicio de si bien o mal, ni los casos patológicos que también están excluidos), se confunde muchas veces este hecho con la facilidad. Este concepto trae aparejado que la predisposición o posibilidad en todos los humanos de esta expresión, exime, al que desea hacerlo profesionalmente del estudio profundo y minucioso de la emisión vocal. Se cree que se nace con esas facultades (buena voz, potente o si simplemente voz) no es necesario el aprendizaje de algo más, por lo que puede prescindirse de la técnica del canto y de la guía o intervención de un maestro. También existe la creencia de que sólo imitar a los buenos cantantes es suficiente.
Estudiar canto no es solo procurar emitir sonidos modulados de la voz, gratamente afines a sensaciones o emociones favorables, sino conocer, ante todo, aunque sea de modo somero, el propio aparato fonatorio en su estructura y sus implicaciones, dadas por la naturaleza y su funcionamiento como organismo adaptado a la fonación capaz de resistir y responder a las exigencias vocales de los distintos estilos de canto.
Es necesario conocer los aspectos básicos de los sistemas que ordenan, comandan y regulan el aparato fonatorio, el sistema nervioso central y los restantes sistemas: endocrino y neurovegetativo, que lo complementan y constituyen elementos básicos y fuertemente condicionados al aparato vocal.
En clase hablaremos más detalladamente de estos aspectos y haremos ejercicios prácticos!
¡Hasta pronto!
