Los bienes intangibles son objeto de estudio de la Propiedad Intelectual y la Propiedad Industrial, su atipicidad hace que la protección se convierta en una tarea compleja. Las creaciones relacionadas con el desarrollo cultural y derivadas del espíritu se protegen bajo la égida de la Propiedad Intelectual, mientras la Propiedad Industrial está reservada para el ámbito tecnológico. La presente nota constituye un primer acercamiento al mundo de la Propiedad Industrial.
La Propiedad Industrial es el área del Derecho que recae sobre las creaciones que se derivan de la intelectualidad de los seres humanos, en este sentido es posible encontrar creaciones en el ámbito de la biotecnología, robótica, agricultura, genética, así como aquellas que implican la actuación e identificación del empresario en el mercado.
Los fines de la Propiedad Industrial son tan amplios y diversos como las modalidades que la integran, entre ellos se encuentran el fomento del progreso científico e industrial, la correcta identificación de los empresarios en el mercado, así como la competencia leal.
Los bienes objeto de protección bajo la égida de la Propiedad Industrial poseen requisitos especiales, y constituyen un elemento en común su alto valor patrimonial, al punto de constituir el principal activo de una empresa; entre ellos se encuentran las invenciones, los diseños industriales, los secretos empresariales, las marcas, los nombres comerciales, así como indicaciones geográficas.
A partir del papel que desempeñan los bienes intangibles en el mundo empresarial, es importante disponer de un equipo de asesores con los conocimientos necesarios en esta materia, en función de brindar la protección adecuada y evitar conflictos futuros.
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