"Vrksa" significa árbol en sanscrito y "asana" postura, de ahí el nombre. Es una asana que se utiliza con frecuencia en las clases por sus múltiples beneficios.
Tiene su origen en el hatha yoga. Es una postura que te ayuda a enraizarte conectando con la madre naturaleza. Con la practica de esta asana, equilibramos el chakra raíz o Mulhadara que se encuentra en la base de la columna vertebral. Se corresponde con el primer chakra.
El tronco del árbol se representa con la pierna que queda estirada, la base. La planta del pie que toca la esterilla son las raíces que nos unen a la tierra. Y los brazos se corresponden con las ramas del árbol.
Si algo es importante en la práctica de yoga es la respiración. Sin respiración no hay yoga. Manteniendo tres o cuatro respiraciones completas en la postura del árbol entrarás en un estado de calma y paz mental que te ayudará con la concentración. Aprenderás a estar en el momento presente, aquí y ahora, dejando a un lado preocupaciones y pensamientos negativos.
Físicamente, esta postura mejora el equilibrio, aumenta la flexibilidad de los tobillos, las rodillas y las articulaciones de las caderas. Fortalece los músculos internos oblicuos y previene hernias en la columna vertebral. Es beneficiosa para aquellas personas que tienen pies planos y ciática.
Y recuerda, el yoga tiene que adaptarse a ti y no al revés. Como yo digo, somos seres únicos y hay un yoga para cada persona. Existen variaciones de cada postura para poder adaptar la clase según las necesidades de cada alumno.
Namaste.
