La PSU es la prueba de ingreso a las universidades Chilenas, muchos de los padres realizan esfuerzos descomunales años antes para que sus hijos obtengan el mejor puntaje y puedan ingresar con holgura a la carrera que desean.
Sin embargo algo importante de este esfuerzo es recordar que aún con el mayor de los esfuerzos paternos y el amor que le tienen a sus hijos, al final del día el mérito del puntaje final es de los hijos.
Aquel puntaje que fue construido a través de la constancia, que demuestra las convicciones y el trabajo duro realizado por ellos con el fin de lograr su objetivo.
Esto ocurre independiente de los recursos económicos, lo importante es pensar ¿Cuál es mi esfuerzo como hijo?, ¿ Cuántas horas estudiaré? y ¿Cuál será mi estrategia para alcanzar mi carrera soñada?...
Los pocos alumnos que respondieron estas preguntas por sí mismos a través de su propia reflexión, se dieron cuenta que encontraron su propia fórmula perfecta y que estaban a un paso más cerca del éxito soñado.
Esa fórmula que se logra al definir los sacrificios, los horarios de estudios, el material de trabajo, el tipo de facsímil, etc.
Todas estas cosas que aportan para lograr avanzar a pesar del cansancio y las obligaciones correspondientes al último año escolar, además de un cúmulo de emociones y responsabilidad ligadas al término de esta etapa escolar para comenzar su nuevo camino.