¿Qué hacer si le cuesta volver al cole?

A algunos niños les cuesta volver al cole y es de lo más normal. Al igual que a veces a nosotros mismos nos cuesta volver al trabajo y los quehaceres diarios, a ellos también y es algo totalmente normal.
Sin embargo, como padres podéis ayudarles a que esos primeros días de la vuelta al cole sean más llevaderos.

Algunas pautas para facilitar esos días son: hablar de que pronto volverán a ver a sus amigos, sus profes, de lo bien que se lo pasarán y las aventuras que vivirán mientras aprenden muchas cosas. Estas son algunas sugerencias para mediar con ellos y hacer que la primera semana no sea tan brusca.
En el caso de que no funcione o veas que es reticente a volver, puedes conversar con él sobre estar de vacaciones siempre y de lo aburrido que sería ya que no aprendería nada, no jugaría ni haría más amigos y por supuesto no conocería ninguna otra canción o juego nuevo para contar luego a sus papis, hermanos o demás personas.
Ellos a veces necesitan que alguien les recuerde lo bueno que tiene el colegio y por qué han de ir y no estar siempre de vacaciones. Muchas veces se cae en la misma justificación “porque sí, porque toca, porque yo también vuelvo al trabajo” y ellos no entienden realmente la razón. Lo que necesitan es diálogo, comprensión y hablar con ellos sobre las ventajas que tiene y por qué no, también se podría intentar sacar desventajas y ver qué compensa más porque como en todas las cosas, también han de entender que todo tiene algo positivo y algo negativo y no siempre tiene que gustar todo pero al final compensa el resultado.
Dependiendo del niño, otra opción sería ponerle alguna cosita de “tarea” para que vea que en su clase hará lo mismo, aprender, jugar, divertirse, leer, etc. La actividad tendría una duración no muy extensa y por supuesto dependiendo de la edad, el tiempo se amplía aunque sobre todo sería algo simbólico como unos 10 minutos en 3 años, 15-20 en 4 años y 20-30 minutos en niños de 5 años. Durante este tiempo, es aconsejable felicitar lo bien que lo hace y reconocer su trabajo.
Otro aspecto a destacar en este caso negativamente, es por ejemplo quedarse viendo mucho tiempo si está bien o si está llorando, no dejarle y retenerle con muchos besos y abrazos durante mucho tiempo, que vea que estás triste porque le dejas allí… Estos son solo unos ejemplos de lo que no es aconsejable. Como he explicado anteriormente, hay que animarle y hacer que esté feliz, si prolongamos la entrada a clase es algo que le costará y le podríamos causar algún trauma o problema inconscientemente.

 

​Otra solución en estos días es ir con un compañero al colegio o que entren juntos (eso sí, uno de los dos tendrá que estar más animado a entrar o que se animen entre ellos para que dé resultado). 
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