En estos momentos, los intercambios de idiomas están viviendo un considerable aumento de popularidad.
¿Quieres irte de intercambio de idiomas?
Cada vez son más personas (adultos, adolescentes e incluso niños) las que deciden quedar con otra persona para aprender a hablar un nuevo idioma, o bien en su tiempo libre o bien dentro de un contexto académico. De este modo, ambas personas se enseñan sus respectivas lenguas maternas mutuamente.
Actualmente, con el desarrollo de la tecnología, cada vez contamos con más herramientas (tanto presenciales como online) que posibilitan que se produzcan estos encuentros entre las dos personas interesadas en un intercambio de idiomas.
No obstante, sigue habiendo mucha gente que no termina de entender por qué puede ser esto beneficioso para el aprendizaje de un nuevo idioma. En este artículo, pretendo aclararlo. Éstas son las principales razones para hacer un intercambio de idiomas:
1. El contexto de la práctica es REAL y COTIDIANO
Estás hablando con otra persona, de manera informal, y lo principal es que consigáis entenderos mutuamente. El hecho de que sea una conversación informal va a suponer mucha menos presión que un contexto académico, como una clase del instituto, donde no basta con hablar y entenderos: quieres sacar la mejor nota posible y, si cometes cualquier fallo, sientes miedo de que peligre tu futuro académico, porque "no te dará la media para entrar en la carrera que quieres" o "podrías suspender e incluso repetir curso".
Sin embargo, cuando estás hablando de manera relajada en una cafetería o en un parque con una persona como tú, de igual a igual, esta presión disminuye. Lo mejor de esto es que está demostrado que cuando el estrés que acompaña a la presión disminuye, nuestro desempeño mejora considerablemente.
Esto es así porque el cortisol, la llamada "hormona del estrés", empeora nuestro funcionamiento intelectual, es decir, nuestra capacidad para pensar adecuadamente.
2. Puedes hablar de temas INTERESANTES que te MOTIVEN
¿Cuántas veces te ha tocado leer el mismo Reading en el instituto sobre el cambio climático para hacer los deberes o aprobar un examen? Sin embargo, aquí estás hablando con otra persona como tú: ¡Puedes hablar de CUALQUIER cosa que te apetezca! Deportes, música favorita, pelis, etc.
Tu vocabulario y tu expresión mejorarán tanto como cuando practicas otros temas más aburridos. Es más, está demostrado que hacemos mucho mejor las cosas que nos motivan y nos gustan de verdad. Con un intercambio, descubrirás que aprender un idioma no tiene por qué ser aburrido.
3. Puedes CAMBIAR el LUGAR de la clase dependiendo de lo que quieras aprender
En el instituto, tienes que pasar 6 horas todos los días en la misma clase, entre las mismas cuatro paredes. Sin embargo, si quedas con alguien, podéis quedar donde os apeteza, dependiendo de lo que queráis aprender ese día. ¿Queréis aprender cómo se pide la comida y la bebida en un bar? ¡Podéis encontraros directamente allí!
En lugar de tenerte que aprender la traducción de "quiero un café con leche, por favor" de memoria, vas a poder practicarlo delante de un/a camarero/a de manera dinámica hasta que te dé tu café, o hasta que alguno de los dos os aburráis...
¿La parte buena? Que es mucho más divertido así, y que te darás cuenta de que tienes otras herramientas para comunicarte con otra persona en otro idioma que no puedes utilizar en los exámenes del insti, por ejemplo, los gestos o los dibujos.
4. ¡¡¡Es GRATUITO!!!
Por último, pero no por ello menos importante, a diferencia de las clases en una academia o con un profesor particular (como yo), el intercambio de idiomas cuesta 0€. Con esto, no os pretendo decir que debáis dejar de ir a las clases de vuestro profe o, peor aún, a las mías.
Las clases particulares ayudan mucho a aspectos formales de la enseñanza (gramática, comprensión lectora, pautas para hacer una redacción en condiciones, etc.). No obstante, los intercambios de idiomas son un complemento a las clases particulares que, además de ser muy útil, es TOTALMENTE GRATUITO (salvo lo que te gastes en el café y en la comida, claro...). Y esto, en estos momentos de pandemia donde todo cuesta más dinero y cada vez hay menos trabajo, no es poco.