El instituto es cómo el fútbol, solo importan los resultados. Todos quieren ganar partidos, y todos quieren aprobar asignaturas. La diferencia está en el cómo. ¿Todo vale? Por supuesto que no.
Aquí lo que esta en juego es el aprendizaje de cada uno, y podemos tener a buenos profesionales de la enseñanza en nuestras aulas, los profesores particulares son necesarios por muchos factores.
Uno de los principales motivos por lo que la demanda de profesores particulares se ha consolidado, es por la posibilidad de ofrecer un servicio personalizado. Por supuesto, a consecuencia de la Covid-19 y pese a la reducción de los ratios de alumnos por profesor, la demanda de profesores particulares se ha disparado.
Con un aumento sin precedentes en la metodología online, ya no solo por la situación actual, sino porque las posibilidades de conseguir el profesor o el tutor que deseamos para nuestros hijos, entre un rango más amplio también han crecido exponencialmente.
En cuanto al aparente conflicto entre el papel de los profesores del instituto y la tutorización particular, lo veo como una oportunidad para tender puentes, un complemento muy necesario. La figura del tutor particular es llegar donde el profesor no ha podido, por falta de tiempo y otros factores.
Por eso, me gustaría reivindicar el papel del tutor particular que es consciente de las dificultades personales de cada uno de sus alumnos y alumnas, se adapta a ellos y además busca conectar con su realidad más cercana. De esta forma consigue fomentar el interés y recuperar las ganas por aprender.
Ya tenemos casi todos los ingredientes, el éxito esta asegurado.
