Leer no es solo decodificar, sino principalmente entender. Pero qué podemos entender por "entender". Pues esto es asimilar, hacer propio el conocimiento que se extrae de un escrito. Cuando tú leas algo, intenta o haz lo posible por interiorizar hasta donde te sea posible lo que leas. Pero, me preguntarás, ¿si no estoy de acuerdo con lo expuesto por el autor del texto?. Entonces, haz tuya la postura contraria -en este caso- que mantengas en relación a lo que has leído. Siempre se puede sacar algo de lo que se lee. Será siempre buena la experiencia en tanto tengas una actitud honesta, humilde y atenta del texto.
Leer también es una experiencia, pero no una sencilla. A decir verdad, puede ser tan insignificante que quizás ni te des cuenta de su importancia. Pero leer es siempre una experiencia. Depende de ti cuán significativa pueda ser. Yo aconsejo que busques siempre que resulte edificante; que llene todo tu ser. Puede sonar a misticismo, sin embargo es bueno tener un fin trascendente en la vida; te llevará a más, y funciona también en la lectura.
Es muy probable que busques resultados inmediatos. A esto aconsejo que te ejercites en la lectura profunda, trascente, esperiencial para que luego te sea cada vez más sencillo entender, comprender, hacer tuyo el contenido de un escrito.
Lo que debes tener presente es que el conocimiento que extraigas de la lectura lo será del mundo, de la realidad. En consecuencia, cuando te enfrentes a un texto, busca contextualizar lo leído con tu conocimiento del mundo, y asi contrastar los dos ángulos, el tuyo y el del texto.
J. David Carrión