Las alternativas laborales en las que un estudiante puede aplicar sus conocimientos sin haber obtenido aún el título suelen ser escasas.
Las clases particulares se convierten en la mejor opción de obtener unos ingresos extra como estudiante universitario y sentirte realizado por la labor que realizas.
Desde mi experiencia personal, que empecé impartiendo clases de biología. Para finalmente acabar dando clases de Fisiología y Farmacología es muy buena.
Impartir clases de asignaturas de mi propia carrera no supuso solo un ingreso extra, si no una forma de sentirme realizado por lograr que estudiantes que no estaban satisfechos con la enseñanza de su profesor universitario, sí lo estuviese con la enseñanza de un igual.
¿Qué mejor actividad laboral puede elegir un universitario?, que una que le permite desarrollar sus competencias docentes, así como seguir aprendiendo sobre aspectos de su propia carrera y transmitir su vocación a sus propios estudiantes.
Es muy gratificante como estudiante universitario verse capaz de impartir clases de tu propia carrera y así se lo he recomendado siempre a mis amigos, pues es una alternativa que a priori da miedo, pero que una vez te embarcas en ella, te permite explorar conocimientos que no sabías que tenías, así como otras aptitudes a nivel de docencia, motivación del alumno, empatía.
Por último, otro aspecto en el que las clases particulares te permiten desarrollarte es en la organización. El hecho de tener que adaptar los horarios de tus propias clases, trabajos, prácticas y horas de estudio a la disponibilidad del estudiante te hace convertirte en una persona mucho más organizada y madura.
