La sensación de bienestar está estrechamente relacionada con la salud. La práctica del taichí chuan es una gran ayuda, ya que a través del entrenamiento contribuye a desarrollar dicha sensación.
permiten movilizar las zonas energéticas situadas en el interior del cuerpo.
Para poder movilizar dicha zonas energéticas primero tenemos que saber dónde están, por tanto hay que localizarlas, coinciden con los chakras del tronco (bajo garganta, esternón, plexo solar, ombligo y coxis) y para nosotros son como articulaciones gestuales que debemos de ser capaces de mover en la práctica del taichí.
Como vemos no se trata en nuestra practica de mover brazos y piernas, los movimientos tienen que nacer de la movilización dinámica de dichas articulaciones gestuales y de la columna vertebral relacionados directamente con las zonas energéticas de nuestro cuerpo y luego obviamente ese movimiento y fuerza es transmitido a nuestras extremidades.
El taichí se practica con flexibilidad. Hay que subrayar que existen dos tipos de flexibilidad:
La flexibilidad mecánica, que es lo primero que nos llama la atención. Reside en la flexibilidad de los músculos y los tendones y conviene mantenerla y desarrollarla continuamente.
La flexibilidad de los órganos internos y de las vísceras. Esta forma de flexibilidad se cultiva mediante los movimientos de la columna vertebral y está directamente vinculada a la sensación de bienestar y a la activación del Ki.
Animo a los practicantes y no practicantes a enriquecer su practica desde este punto de vista, en el taichi no se trata de aprender formas una tras otra imitando los movimientos del maestro, se trata de conseguir la movilidad a partir de las explicaciones anteriores y luego ir avanzando...
