¿Cuál es la clave para encontrar un empleo? Un Currículum variado y rico, cursos de especialización, másteres en el extranjero, inscripción a portales de búsqueda de empleo personalizados, búsqueda de trabajo continua o experiencia laboral en el extranjero son algunos de los aspectos a los que se apunta cuando se habla de buscar empleo, y de encontrarlo, claro. Sin embargo, los datos apuntan hacia otro aspecto como la razón principal por la que algunas personas encuentran trabajo con más rapidez que otras: tener contactos.
Tener contactos, la clave del éxito para encontrar empleo
Los datos, cifras y porcentajes no mienten: los contactos son clave a la hora de encontrar trabajo. No se trata de una o dos estadísticas hechas al azar, aunque las estadísticas sí que ofrecen datos dispares, con porcentajes que van desde el 20% hasta casi el 50%, sino de numerosas publicaciones de ámbito de nacional e internacional confirman lo que tampoco es un gran misterio para el común de los mortales, la importancia de “tener padrino” a la hora de acceder al mundo laboral.
Ni siquiera hay que tirar de estudios realizados por quién sabe qué entidad, basta con pensar en el entorno para encontrar al compañero de universidad que entró “por enchufe” en tal o cual empresa o, cual colega de trabajo que cambiaba de empresas con una facilidad increíble, pero que nunca había estado desempleado. ¿Razones? Que tienen a alguien que les ayudó o les ayuda a encontrar trabajo.
¿Tener “padrinos” o tener contactos?
Ahora bien, pregunta aún más interesante sería eso de tener contactos se refiere solo a contar con un “padrino” o “madrina” que sencillamente se acuerde de uno cuando oye que se necesita un empleado o si, en realidad, es posible crearse una red de contactos gracias a la cual obtener posibilidades para acceder a importantes oportunidades de trabajo, después de todo esto también significa “tener contractos”.
Pues sí, la primera es el “sueño dorado” de cualquiera, la vía de acceso rápida al mundo laboral, con la que nunca faltarán oportunidades personales y profesionales, y de las buenas, y con las que además, siempre se tendrá la tranquilidad de poder encontrar algo diferente o distinto si una oportunidad no sale como se espera en un principio. Sin embargo, tampoco faltarán las críticas y la desconfianza del resto del personal cada vez que un proyecto no salga como es debido, sin olvidar que los padrinos, como el resto de personas, no son eternos, eternos en sus funciones y cargos, y eternos también en lo terrenal.
Pero la segunda tiene una curiosa ventaja: que cualquier persona puede hacerse con una buena red de contactos, es decir, que no importa de dónde se venga, sino a las personas que se conoce en los lugares a los que se va. Por ello, una buena red de contactos también se puede construir. Los problemas de construir una buena red de contactos sin embargo son, en primer lugar, que hay que “construir” esta red, es decir, que hay que trabajar para tener y mantener una buena red de personas que pueden abrir las puertas hasta el trabajo deseado y, además, que al tiempo que se nutre esta red de contactos, hay que construir una base de formación y experiencia que sean los que justifiquen que, cuando un posible trabajo para el que se da el perfil pase por delante de un contacto, este lo asocie directamente con tú persona.
Pues sí, parece que tener una buena red de contactos y mantenerla viva son una buena forma para ampliar las oportunidades para acceder al mundo laboral, pero también es cierto que, en cualquier caso, contar con formación y experiencia que avalen estas oportunidades siguen siendo imprescindibles.
