1. Hacer una meditación de seis minutos antes de ponerte a estudiar. Esto te relajará y hará que estés con la cabeza despejada primero.
2. Escuchar música zen, budista de alguna lista de reproducción en Youtube.
3. Tomar una infusión de jengibre con limón que estimule tus sentidos.
4. Poner el móvil en modo avión y guardarlo en el cajón más lejano.
5. Pensar una frase que te motive, y tenerla de mantra cuando caiga o baje la concentración durante la sesión de estudio, apóyate en ella, y repítela tantas veces como sea necesario.
6. Ten una botella de agua con limón al lado, así no tendrás que levantarte y el limón, además de ser súper saludable y alcalino, es también bastante estimulante.
7. Marca un objetivo completamente mesurable y medible antes de ponerte a hacer nada.
8. Comprométete a cumplirlo, firma un papel si lo requieres y ten ese pacto contigo mism@.
9. Visualiza las muchísimas emociones positivas que vas a sentir cuando hayas cumplido tu objetivo, piensa lo bueno de tener el trabajo hecho, lo bueno de acabar una hora sabiendo mucho más que la anterior, y sobretodo siente la sensación de victoria por haber ganado el reto.
10. Usa marcapáginas para ver cuánto del libro llevas estudiado, eso te animará y tendrás una visión más general del recorrido y lo que queda aún por ver.
11. Dile a alguien cuya opinion te sea importante, que vas a estudiar entre unas determinadas horas en concreto, al comprometerte ante esa persona, querrás hacerlo, y tendrás esa presión necesaria para motivarte.
